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Cada vez más, los programas de mano van perdiendo protagonismo, mas no importancia, para registrar la historia de la escena. Pierden protagonismo porque no se imprimen o se hacen muchos menos ejemplares o se obvia el significado que tienen para ubicar, dentro de un contexto, determinadas obras y agrupaciones, lo que es igual a no facilitarlo al archivo o que este no lo busque, para incorporarlo a ese ordenamiento que le es propio, dentro de su estructura, que tiene que ver con la historia de una agrupación o una institución.
Esa carencia del programa de mano, o lo inexacto de muchos, que no ofrecen los datos que son imprescindibles como material de investigación, como por ejemplo, la fecha del estreno, lugar en que ocurrió, el equipo técnico artístico y la nota al programa, que constituye un valiosísima visión del espectáculo, al que quizás por su carácter efímero nunca se podrá tener acceso, si no es registrado en un material audiovisual.
No pierde importancia, porque se convierte en un documento esencial para perpetuar y construir, en algunos casos reconstruir, la historia, ante la carencia de otros documentos que le son afines, manuscritos, libros de dirección, fotografías de ensayos y funciones, informaciones de la prensa, que a partir de la década del 90, al no ser diarias, al menos entre nosotros los cubanos, no contribuyen con eficacia a la memoria.
El programa de mano es un material importante, y en muchos casos con el valor agregado de su estética, obra la mayoría de las veces de un diseñador que refleja su particularidad creativa.
Hay programas que son ejemplos de originalidad, y se convierten en una obra de arte, donde destacan Tony Carbonell, Zenén Calero, Rolando Estévez, Johan E. Trujillo, Frank David Valdés… Los hay que son fieles a la concepción tradicional del mismo: ofrecer información. Ambos, son la prueba de un instante, de un acontecimiento que nos remite a la Historia, y que dignifica el patrimonio.
Son conservación en los archivos, constituyen un legado imprescindible de los acontecimientos perdurables y efímeros de la escena. Un documento esencial de la historia del circo, la danza y el teatro.