Un investigador recorriendo toda Cuba para descubrir la esencia de un género, el más tradicional de todos. Dos amantes y una mariposita azul sobre un mar de nylon. Siete artistas nadando en un mainstream violento, braceando, resistiendo como pueden. Una ofrenda que viaja del origen al infinito. Todos estos personajes poseen un punto en común: la mente creativa de Pao, contando —¿o debiera decir “cantando”?— sus historias.
Director, productor, guionista, compositor, músico… ¡Pao Fraga hace de todo! Autor de los documentales Donde vas tú… (2019) e Isla de la música. La resistencia (2023) —ganadores de varios premios internacionales—, este joven cardenense lleva la décima y el Punto Cubano enraizados en una obra que supera ya los ocho trabajos entre largometrajes, cortos y videoclips.
“Y en este justo segundo / comprendo que soy quien fui / y que estar cerca de ti / es mi medida del mundo”, canta Pao en Paradoja, su videoclip más reciente. Sobre este y otros proyectos conversamos con él, en una entrevista donde ilustra, a grandes rasgos, los elementos que conforman su medida del mundo.
—Donde vas tú… posee ya cinco años de estrenado, y me imagino que muchos más desde que se dieron los primeros pasos para concebirlo. ¿Cuál es la situación actual del Punto Cubano? ¿Cree que su documental dio pie a un resurgimiento del mismo; o sea, que, más allá de los premios, cumplió su objetivo primigenio de “salvar”, si me permite la palabra, el Punto Cubano?
—No creo que la situación del Punto Cubano haya cambiado mucho desde ese entonces. Lo que siempre quisimos fue contribuir a promocionar y dar visibilidad a un mundo que aún es demasiado desconocido, teniendo en cuenta su importancia, para aquellos que no lo cultivan e, incluso, para algunos que sí lo hacen.
“Los únicos que pueden ‘salvaguardar’ el Punto Cubano son sus propios cultores, y para ello es necesaria la acción contundente y verdaderamente comprometida con la cultura de las instituciones pertinentes; pero para ‘emancipar’ el Punto Cubano —que tan oportunamente lleva el gentilicio en su nombre—, resulta imprescindible la profunda comprensión de ese mundo.
“Hay una frase de Robert McKee en su libro El guion que me parece muy buena en este sentido: ‘Los clichés son la base de la insatisfacción del público, y como una plaga se difunden a través de la ignorancia…’. Nuestro Punto Cubano, lamentablemente, está plagado de clichés”.
—La siguiente pregunta está escrita en espinela. Lo invito, de ser posible, a responder en el mismo formato:
¿Por qué es que el Punto Cubano
y la décima más pura
embellecen con soltura
cuanto nace de su mano?
¿Acaso el techo de guano
y el sombrero de yarey
son la luz, el Dios, la ley,
razón de ser de su verso?
¿Cabe acaso el universo
en las chozas de un batey?
—El Punto es parte de mí,
de mi espacio, mi “universo”.
Es fulminante disperso
en momentos que viví.
Por tanto, tomo de ahí,
de mi ajiaco es ingrediente;
mas es fuente confluente
del camino que transito,
donde compongo mi grito
cual mi corazón lo siente.
—El cineasta Guillermo del Toro defiende la idea de que la animación no es simplemente un género, sino un medio para contar cualquier tipo de historia. ¿Comparte usted el criterio de Del Toro? ¿Por qué escoger la animación como medio para contar las historias de sus videoclips?
—Estoy totalmente de acuerdo con ese criterio. Por otra parte, la animación te permite libertades impensables para otras vías de realización audiovisual, sobre todo con los presupuestos que habitualmente contamos, dependiendo, por supuesto, de muchos otros factores como la estética y las técnicas de animación.
“En mi caso, por ejemplo, hicimos En tu vestido entre tres amigos: Mildrey Ruiz, Javier Torres y yo. Nos propusimos un audiovisual en stop motion y nos dimos la posibilidad de disfrutar cada proceso. Pero, sin la producción de Mildrey, habría sido imposible.
“Con Paradoja me encontré frente a la necesidad inaplazable de crear y la ausencia total de presupuesto, así que asumí cada uno de los procesos yo mismo. O sea, para mí, la animación no es solo un medio para contar historias: es también una manifestación de resistencia creativa”.
—En la línea de Isla de la Música. La Resistencia: ¿merece la pena seguir resistiendo, creativa y musicalmente hablando?
—¡Por supuesto! Más hoy que la creación auténtica, sincera, real, también se ha transformado en un acto de resistencia cultural ante las oleadas de facilismos que nos invaden constantemente. Los creadores, los artistas, no podemos olvidar la responsabilidad que tenemos ante la sociedad y ante nosotros mismos. Mientras haya esa resistencia, habrá esperanza.
—¿Por qué regresar al origen con Paradoja? Y, más importante aún: después de regresar al origen, ¿cuál es el siguiente paso?
—La historia es cíclica y, como tal, seremos lo que ya hemos sido, si es para bien o para mal dependerá de cuánto la hayamos comprendido; eso se conoce desde hace tiempo y a diario escuchamos muchas frases hechas al respecto. Sin embargo, a menudo dejamos de tenerlo verdaderamente en cuenta.
“He estado tratando de hacer mis propios apuntes, estudiando para los próximos ‘pasos’ y sumergido entre textos de Platón, Bartolomé de las Casas, Ramón Pané, Cristóbal Colón, Dante Alighieri, Fernando Ortiz, Carpentier, Umberto Eco, Jesús Guanche…, y tomo un poco más de conciencia tanto de los ‘ciclos’ históricos como de las distintas maneras de contar la historia, según el punto de vista o los intereses de quien la cuente. Así que cuando me propuse hacerle un videoclip a mi propio tema Paradoja, creo que es natural que me haya inclinado hacia esa línea argumental.
“En cuanto al siguiente paso, tengo el placer de darte la primicia: El pantano. Será un largometraje de ficción y gran parte se rodará aquí en la provincia de Matanzas. ¿Cuándo lo haré? ¿Cómo lo haré? Aún no lo sé. Pero sí te puedo asegurar que lo haré. Y te daré otra primicia, también tendrá Punto Cubano y décimas como estas:
“Estas nubes, que en el cielo
nos llevan al horizonte,
prosélitas de Caronte
con barcas de terciopelo.
Copian del viento el modelo,
pero nubes siguen siendo;
soy yo quien va decidiendo
las figuras que han formado,
hasta que cambian de estado
y al pantano van cayendo.
“En estas nubes me escondo
siempre que en la Estigia floto,
desde estas nubes yo noto
almas perdidas al fondo.
Acechan allá en lo hondo
donde ya no importa ser
y yo decido creer
que más tarde o más temprano,
veré el agua del pantano,
hacia las nubes, volver”.
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