Abel González Melo: Cuba es mi ancla

Es un placer tener este espacio (la Casa de la Memoria Escénica) donde algo tan intangible como el teatro se pretende —se sueña— conservar.

“Nunca podría hacer obras de otros espacios y otras temáticas si no tuviera mi sostén aquí. Para mí la raíz cubana es esencial, no solo porque estoy formado en esa tradición, sino porque amo nuestro patrimonio y sueño con poder hacer algo para conservarlo. Cuba es mi ancla”.

Son las palabras del dramaturgo Abel González Melo (La Habana, 1980), quien recientemente estuvo en la ciudad de Matanzas y conversó con un público congregado en la Casa de la Memoria Escénica.

“Me interesa mucho la herencia que somos como nación mestiza, intercultural, atravesada por múltiples influencias, en este contexto geográfico maravilloso; única en el mundo, pero a la vez llena de contradicciones”.

Este sábado 21 y domingo 22, Día del Teatro Cubano, tendremos la oportunidad de disfrutar de una de sus últimas piezas teatrales, Bayamesa, premio Casa de Las Américas 2020, que llega al escenario del Sauto de la mano de Argos Teatro, bajo la dirección de Yailín Coppola.

Foto: Sonia Almaguer

Esta obra aborda la vida de la poetisa María Luisa Milanés, quien se suicidó a los 26 años, dejando un contundente legado literario. No obstante, como argumenta su autor, no se trata de una biografía al uso, sino de un texto concebido con total libertad creativa, que atomiza el dato real y juega con lo que pudo haber sido y no fue.

“En 2019 debía escribir algo nuevo para Teatro Avante, pues soy dramaturgo residente de esa compañía norteamericana. Fue mi madre quien me presentó la historia de María Luisa y el personaje me empezó a enamorar, ella y todo lo que la rodeaba.

“No revelaré todas las claves, porque la idea es que la gente se motive y vaya al espectáculo, pero si me interesó mucho la relación entre lo que se muestra y lo que se oculta en su vida, y cómo las grandes poetas de la primera mitad del siglo XX beben de su creación, sin mencionarla nunca”.

La Bayamesa se formó en La Habana, en el Colegio del Sagrado Corazón; hablaba varios idiomas y a lo largo de su cortísima vida mostró gran fruición por aprender.

“Cuando era muy jovencita, a su padre, el general de la Guerra de Independencia Luis Ángel Milanés, le parecía una gracia que su hija leyera. Poco a poco le fue gustando cada vez menos, pues el conocimiento trae ideas que no siempre al poder patriarcal le interesa que tú domines”. 

Comenzó así lo que González Melo califica como un “viaje a lo desconocido”, al interior de una autora atravesada por influencias del romanticismo, de lo clásico, del modernismo, de una “versificación exquisita, que no paró de experimentar”, y “visionaria” sobre los temas que más tarde abordaría el feminismo.

“Siempre digo que este texto está escrito a dos manos con una mujer, que es María Luisa Milanés. Traté de meterme en esa esencia, ese magma, y darle voz con personajes de ahora; crear una estructura juguetona en la que no me propusiera contar la historia sino hacer un recorrido, una tentativa, de los ecos contemporáneos de alguien tan complejo y desconocido”.

Para quien es considerado como el dramaturgo cubano más representado a nivel internacional, la ficción documental le ha abierto un universo de libertad creativa del que han florecido, además de Bayamesa, Fuera de juego, inspirada en el caso Padilla, y Cádiz en José Martí, un itinerario sonoro sobre el primer exilio político del Apóstol.

“Se trata de una especie de trilogía que abarca los tres grandes momentos del devenir de la patria: Colonia, República y Revolución. Me interesan esas figuras, sus relaciones con el poder y en particular con la censura, por el diálogo que pueden mantener con el presente.

Aunque actualmente se encuentra radicado en España, el autor de obras como Nevada o Talco, mantiene una estrecha relación con su país de origen.

“He hecho todo lo posible por no irme completamente. Vengo todos los años, al menos dos veces; para mí es muy importante. Por un motivo inexplicable no puedo dejar de hablar sobre figuras y temas cubanos.

“Me parece que la distancia otorga otra serenidad para la creación o el estudio, una visión más amplia para interesarse por otros temas. Personalmente creo que necesitaba reposar un poco del hoy. Afuera entendí finalmente a Virgilio Piñera, cuando decía que la realidad es tan absurda que el realismo parece que el realismo parece incapaz de abarcarla.”. 

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Sobre el autor: Giselle Bello Muñoz

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