
Fotos: Frank Alexis Ortega Sosa
La Camerata José White arribó este miércoles 12 de marzo a su séptimo aniversario convertida en un espacio de crecimiento, tanto para instrumentistas profesionales como para estudiantes de música. La celebración de esta fecha incluyó un regalo musical: un concierto en el pequeño teatro de la Oficina del Conservador de la ciudad de Matanzas, donde también tienen su sede de ensayos.
Para la ocasión escogieron, entre otras piezas, el Intermezzo de la Cavalleria Rusticana, de Pietro Mascagni; fragmentos de El amor Brujo, de Manuel de Falla; el zapateado La Tarántula de la zarzuela La Tempranica, de Gerónimo Giménez y, por supuesto, La Bella Cubana, un repertorio en el que ya se aprecia la madurez de la agrupación, a pesar de la juventud de sus miembros.
Como su creación, en 2018, coincidió con la conmemoración del centenario de la muerte del insigne músico yumurino del mismo nombre, previo a la presentación, la profesora María Victoria Oliver Luis dio una pequeña conferencia en la que abordó aspectos fundamentales de su vida y su trascendencia para la cultura cubana.

La José White fue fundada por el maestro Bienvenido Quintana, luego de una gira que realizó por Colombia, según rememora el contrabajista José Antonio Fernández Muñoz, su actual director. Allí, tras las experiencias que tuvo con varias academias y de arreglar algunas piezas para esta clase de formato orquestal, tuvo la idea de formar una en su ciudad natal, no solo con músicos profesionales sino para que contribuyera a la formación de los nuevos talentos.
“La Camerata se desempeña como una unidad docente de la Escuela de Nivel Medio de Música. Los profesores se han esforzado muchísimo para lograr un excelente nivel técnico, son muchachos que están muy bien adiestrados. Nos enorgullece trabajar con los estudiantes y no nos preocupa cualquier problema que pueda surgir durante una actuación.
“Los músicos que tuvimos la oportunidad de formar parte de la Orquesta Sinfónica de Matanzas durante sus años de mayor esplendor, con directores insignes como fue la maestra Helena Herrera, giras, invitados internacionales, cuatro conciertos cada mes, recibimos una gran preparación. Queremos brindarle a estos jóvenes una vivencia sino igual, al menos similar”.

Según argumenta el máximo responsable de la agrupación, los conjuntos de cámara representan un nivel superior con respecto a la experiencia y el bagaje orquestal que se recibe en un gran colectivo. En ellos se lleva a cabo una labor más exquisita, con atención a los detalles, porque sus integrantes pueden considerarse todos como solistas.
“En los últimos meses hemos preparado un programa muy variado, hoy pudimos ver el resultado, por ejemplo, en el Mini Concerto Grosso, del compositor brasileño Claudio Santoro; esa obra posee gran complejidad técnica y que fue superada ampliamente. También hemos trabajado una obra que forma parte del repertorio imprescindible de toda camerata, la Sinfonía Simple, del británico Benjamin Britten.
Nuestra intención es llevar estas propuestas a todos los municipios de la provincia, algo que se ha perdido y que queremos rescatar. Eso forma parte de la labor formativa que nos inspira, sobre todo porque luego los profesores de la escuela de arte van a esos lugares para captar nuevos alumnos y los niños no saben lo que es un contrabajo o un violonchelo, no pueden diferenciar una viola de un violín. Sería una experiencia maravillosa llevar incluso el arpa”.
AURORA

En fecha próxima la Camerata José White llevará a cabo el estreno mundial de una pieza que el compositor norteamericano Jimmy A. Pinzón ha realizado especialmente para ella y que lleva por título Aurora.
Escrita para orquesta de cuerdas, arpa, piano, vibráfono, platillo suspendido y bombo, la obra pretende captar la belleza celestial de un amanecer, “transformando su resplandor etéreo en sonido”, según apunta su creador en las notas al programa. También incorpora un elemento singular pues los músicos tararean mientras tocan sus instrumentos.
La presentación del tema se hará también con un video que queremos que sea en las alturas de Monserrate, a la salida del sol, como una evocación del tema que trata, declaró Fernández Muñoz.
Graduado en composición por la Universidad de Harding University, Pinzon es un autor y profesor de Searcy, Arkansas. Estudió educación musical bajo la dirección del Dr. Jay Walls, con la mentoría de los compositores Frank Ticheli y Matthew Maslanka. Ha escrito numerosas obras para banda, orquesta sinfónica y conjuntos de cámara.