
La ciencia ficción ha encontrado no en el cine, sino en la televisión, uno de los mejores exponentes del género en este primer cuarto del siglo XXI. Scavengers Reign llega a las pantallas pequeñas como una tormenta de terror y romance y ciencia ficción, que toma prestado estilos y conceptos de múltiples obras para crear una quimera narrativa con voz propia.
Los fans de Alien la amarán por la maestría con que teje una trama liderada por tres grupos de personajes cuyos conflictos se narran a través de distintos subgéneros de la sci-fi.
Por cada uno de sus fotogramas y diálogos se cuelan vestigios de la incomparable 2001: Space Odyssey, de Stanley Kubrick, gracias a su androide estrella y el virus que crece dentro de sus circuitos: una plaga que afecta sus cortocircuitos y lo transforma en una computadora capaz de sentir las mismas emociones de un ser humano; y por si fuera poco, el body horror y el cosmic horror aparecen mediante referencias y arcos dramáticos dolorosos pero poéticos, los cuales podrían recordarnos la ambientación lograda en el videojuego The last of us, de Neil Druckman, o películas como Annihilation, de Alex Garland, o Arrival, de Denis Villeneuve.
Con una introducción así, queda claro que la serie supuso un antes y un después en mi cosmovisión de este tipo de historias. No sé cómo llegué a una especie de acuerdo conmigo mismo de terminarla en dos semanas, cuando en realidad siempre que me topo con algo de semejante calidad lo devoro en una tarde o dos días. El curioso caso de Scavengers reign, y la admirable paciencia que demostré al enfrentarme a su visionado, podría explicarse gracias al casi imperceptible espíritu existencialista que reside en las sombras de cada uno de sus episodios, los sustantivos y verbos invisibles escritos en su hermosísimo guion.
Quienes tengan la suerte de haber visto Rick and Morty entenderán a qué me refiero. Las aventuras del abuelo Rick y su nieto Morty parecen a simple vista una colección de aventuras aleatorias salidas de unas cuantas cabezas brillantes; sin embargo, cuando nos alejamos de toda su parafernalia cósmica, cómica y dramática, veremos que el científico más inteligente del universo (Rick) se ha convertido en un hombre alcohólico, depresivo, obsesionado con la muerte de alguien que amaba y su propia incapacidad de suicidarse.
Es mediante esa sutil combinación de absurdo y tragicomedia que los escritores modernos hallan un punto de inflexión en lo desconocido donde desarrollar nuevos puntos de vista sobre el sentido de nuestra existencia. En una época abarrotada con herramientas de conexión y personas desconectadas, el misterio de la vida se entiende como un nudo dramático universal.
Scavengers reign narra cómo sobreviven tres grupos de personas de un crucero espacial de carga después de un accidente que les saca de órbita. Estos hombres y mujeres sobreviven a cualquier costo, en un ecosistema plagado de plantas y animales capaces de dañarlos de millones de formas. Este añadido provoca todo tipo de situaciones que suponen lo mejor de la serie.
Tampoco me malinterpreten: los protagonistas humanos y androides también brillan durante situaciones de las que es imposible desviar la mirada, ya sea por la violencia o la belleza de lo que sea que esté ocurriendo. La curiosidad y el miedo a lo desconocido convierten a esta serie en un conducto que nos hace pensar sobre nuestra propia existencia y lugar en el universo.
Scavengers reign podría considerarse un reality show del tipo Supervivencia en el Espacio Exterior, cuando has visto la mayoría de sus episodios. Los distintos aliens que aparecen en ella son capaces de enseñarnos lecciones de humanidad debido a las escenas llenas de vísceras, huesos rotos, sangre y muerte que ocurren. Este recurso hombre versus naturaleza se compone de enormes bestias con poderes telequinéticos o ínfimos seres que crecen dentro de las flores, hongos que controlan el cuerpo de sus huéspedes mediante esporas (una bella referencia a The last of us), o una entidad malévola que encuentra en los supervivientes la vasija perfecta para salvar su vida.