Maritza Catalina Rodríguez, residente en la calle 145, No. 16405, entre 164 y 166, reparto Reynold García, en esta ciudad, manifiesta en su misiva la inconformidad ante la demora a la atención a su queja por parte del servicio de Etecsa.
Según explica la remitente, el pasado 22 de julio los reparadores de dicha empresa, mientras arreglaban una avería, “provocaron la rotura del teléfono fijo 45262912, debido a una mala manipulación que afectó el servicio. Un día después reporté el daño (E10240213). El 25 del propio mes repetí la demanda (3591165) y me plantearon que estaba en la mesa de pruebas, pero al parecer no tenían combustible para visitar el lugar.
“El 31 de julio renuevo la acción y me dicen lo mismo. Comuniqué mi nombre y apellidos, así como los números de cada reporte como testigo. El lunes 5 de agosto visité la oficina comercial de la Etecsa, sita en Santa Rita, entre Medio y Río. Allí el jefe de la entidad anotó los datos para tramitarla con el departamento de Operaciones, pero no aparece la solución”.
Informa el compañero Gustavo Montesino Reyes, director territorial de Etecsa, que, en efecto, “ha existido demora por parte de nuestra empresa para resolver la interrupción, debido a la escasez de recursos materiales imprescindibles. Por consiguiente, las quejas de los clientes se han acumulado, postergándose su solución.
“Actualmente, adoptamos medidas organizativas para resolver las interrupciones del servicio telefónico que a diario recibimos, al tiempo que priorizamos los casos pendientes por la ausencia de recursos”.
El pasado 12 de agosto, fecha de la respuesta enviada a esta sección, el directivo aseveró que el servicio ya estaba restablecido. “Ofrecemos disculpas por la demora y las molestias ocasionadas”.
Agradezco la respuesta, no obstante, considero que por el relato de Maritza Catalina su planteamiento debió ser mejor atendido y explicarle desde el primer momento la realidad en que se desenvuelven hoy estos menesteres.
RESPUESTA DE CORREOS DE CUBA
Dificultades con la entrega de la prensa a domicilio y su respectivo cobro expresa en su misiva la cardenense Juana Julia García Carrillo, vecina de la calle Calvo, No. 269, entre Cossío y Jerez.
Refiere Yadir E. Laurencio Portelles, director general de Correos de Cuba en Matanzas, que la lectora fue visitada por funcionarios de dicha empresa. “Le explicaron que la afectación se debía al mal estado técnico (gomas y piezas para sustituir) de la bicicleta del cartero, que luego fue sustraída en su morada. Por ello, el trabajador imposibilitado de cumplir sus funciones como cartero integral, hasta que compró otro ciclo para tal desempeño”.
Enfatizó el directivo que siempre existirá respuesta para cada planteamiento y, en caso de inconformidad, a cada cliente le asiste el derecho de comunicarse con instancias superiores.
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