El mundo cinematográfico más grande del mundo
Desde pequeña los viernes siempre fueron especiales para mí, ya sea porque era el último día de escuela de la semana o podía jugar toda la tarde; pero en especial porque era viernes de película india. Recuerdo esperar pacientemente frente al televisor que el reloj marcara las 11 de la noche y en el canal Multivisión empezara el mejor momento del día, la emisión de la película india.
Este tipo de película no es de las favoritas en la población cubana por varias razones: la primera, es su larga duración que puede ser hasta más de cuatro horas, la segunda es el exceso de romance que contienen, o todo lo contrario, las escenas fantasiosas de acción que varios cubanos las catalogan de exageradas, y la tercera es el predominio de bailes y canto que se pueden encontrar en ellas.
La gran verdad, es que son esas mismas críticas el encanto de la cinematografía india lo que ha logrado que crucen las fronteras y se catapulten a nivel internacional, y sobre todo en nuestra Isla donde han robado más de un corazón. Todo esto es gracias a más de 50 años de trabajo en el séptimo arte que logró conformar toda su industria cinematográfica, en la cual una de las más reconocidas, no solo en Cuba, sino en el mundo entero constituye el famoso Bollywood.
Bollywood, una palabra que surgió de la unión entre Hollywood (la meca del cine estadounidense) y Bombay (ciudad de la India), constituye una de las industrias más grandes del mundo, rebasando la producción de 2 000 filmes, pues hay por varias partes del territorio como Tollywood, Bhojiwood, Pahariwood y muchas más.
Si han visto por lo menos 10 o cinco minutos de alguna película india pudieron apreciar que en ellas no falta el romance, las escenas de acción, violencia, el baile, la música, y su pizca de comedia. Esta unión de elementos constituye su fórmula del éxito o lo que también denominan formato masala. Para algunos puede ser demasiado contenido en varias horas de película, pero para otros resulta la forma perfecta de hacer que el espectador no se vaya de sus asientos.
Una de las características de las producciones hindúes es el elemento cultural, además del histórico y social que le agregan. No hablo de lo llamativo y colorido de sus trajes típicos o la música con sus cantos tan distinguidos; sino como plasman fenómenos, hechos y realidades de su país, dígase la fuerte violencia que sufren las mujeres, lo patriarcal y machista de su sociedad, la fatalidad de los matrimonios arreglados o la pobreza que poseen.
Además, otro elemento vital presente en cada uno de sus filmes es la religión. Son más de una las escenas en las que se aprecian sus rezos, templos o lo mítico y mágico al contar la historia de sus dioses.
Muchas de estas películas están enfocadas en el romance bajo la premisa del chico que quiere conquistar a la chica y en el proceso tiene que luchar con el villano de la historia. Esto no significa que todas sean de este estilo, si se busca a fondo encontrarán filmes que abordan temas como la eutanasia como es el caso de la pelicula Guzaarish o el racismo y la discriminación que se muestra en la excelente producción titulada My Name is Khan.
Una de las formas que encontraron las empresas de la cinematografía india en hacer llegar de manera más rápida y efectiva sus películas al mundo, es la creación de versiones indias a películas extranjeras. Muchas de ellas han tenido una buena acogida por el público, incluso el cubano, algunas son: Koi Mil Gaya un remake de la película norteamericana de E.T, el extraterrestre; Hey Babby, la versión de Tres hombres y un bebé; Bang Bang una versión de la película protagonizada por Tom Cruise y Cameron Diaz titulada Pareja Explosiva; e incluso la saga de las películas de Dhoom que imitan un poco a la franquicia norteamericana de Rápidos y Furiosos.
En Cuba las películas indias se encuentran en la parrilla televisiva durante más de 10 años, en su sección habitual de los viernes en el canal Multivisión casi a la medianoche o en otros espacios televisivos de la televisión cubana. Ellas tuvieron su época de oro en la Isla durante la última década sobre todo por la presencia de actores como Hrithih Roshan o Shah Rukk Khan que cautivaron al público cubano sobre todo el femenino.
No obstante, la relación de la filmología de este país con el nuestro llegó al punto en el que se realizó la filmación de una película india en Cuba. Ek Tha Tiger o Érase una vez un tigre fue la oportunidad perfecta de estrechar lazos desde el ámbito cultural, pues en la cinta La Habana tuvo sus escenas de protagonismo donde reflejaron los barrios, las personas, zonas aledañas al Capitolio y el malecón habanero. Su estreno tuvo lugar en el 2012 y fue récord de taquilla en la India logrando recaudar más de 300 millones de rupias que es un aproximado a 5 000 000 de dólares.
Aunque las películas indias no sean de la preferencia de todos las personas, un hecho es irrefutable: ellas han logrado ganarse el amor y reconocimiento de muchos en el mundo.