El catey, con sus vistosos colores y la facilidad de imitar palabras y encariñarse con sus dueños, es un ave endémica nacional, amenazada de extinción y muy cotizada por cazadores furtivos. Habita en pequeñas bandadas en determinadas zonas boscosas del territorio nacional.
El 16 de julio de 1993 se dio a conocer la sorprendente noticia: por primera vez nacían en cautiverio dos pichones del perico cubano o catey Aratinga euops. El suceso aconteció en la Estación de Reproducción de Fauna del Parque Nacional Ciénaga de Zapata. Los pichones gozaban de buena salud y sus padres eran jóvenes de tres años, declaraba en aquel entonces Jorge Fiallo, especialista principal de la Estación.