Banca telefónica, una opción para los adultos mayores en Matanzas

Insertar a los adultos mayores de forma paulatina en el proceso de bancarización, y capacitarlos en el uso de herramientas como la banca telefónica, con el fin de que puedan acceder a un servicio ágil y personalizado es el propósito del sistema bancario en la provincia.

La inclusión financiera de los adultos mayores es también un reto para quienes desarrollan el proceso de bancarización en Matanzas

Según precisó Aylín Lozano Lozano, comunicadora del Banco de Crédito y Comercio en Matanzas, “la banca telefónica es un producto muy efectivo para las personas de la tercera edad y para quienes no cuenten con acceso a un teléfono inteligente, pues desde un teléfono fijo puede llamarse a un número y realizar diversas operaciones bancarias”.

Para poner en práctica este servicio los clientes deben poseer una tarjeta magnética, una tarjeta multibanca asociada a esta y el pin de la tarjeta multibanca. Con sólo una llamada al 8 020 1996, en el caso de Bandec, y al 8 020 0272 para los clientes de BPA, con tasa preferencial (0.15 centavos por minuto) se pueden pagar los servicios de electricidad, teléfono, la ONAT, entre otros.

Además, la banca telefónica permite consultar saldo de cuentas y últimos movimientos, transferir saldo entre tarjetas y cambiar y consultar límites. Puede solicitarse de lunes a domingo en el horario de 8:00 am a 8:00 pm.

Si bien la Banca Telefónica es uno de los servicios más antiguos asociados a las transacciones en la distancia de Bandec, es uno de los de menor operatividad, si bien no se desconoce totalmente.

“Es ideal para los adultos mayores porque es un servicio más rápido y personalizado, donde se conversa con una persona que le puede explicar qué datos necesita, y por eso lo promocionamos en las capacitaciones que hacemos en las casas de abuelos en las que participamos Bandec, el Banco Popular de Ahorro, la Unión de Informáticos de Cuba, Xetid y los Joven Club”, añadió Lozano Lozano.

La inclusión financiera de los adultos mayores y de otras personas que no dispongan de las tecnologías necesarias para insertarse en las pasarelas de pago es también un reto para quienes desarrollan el proceso de bancarización en Matanzas. 

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Sobre el autor: Jessica Acevedo Alfonso

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