Caudales de un Humedal

Desde tiempos inmemoriales un grupo de animales ha sido objeto de increpaciones de todo tipo, muchas asociadas al desconocimiento de la dinámica de los ecosistemas y el valor que estos representan para mantener el equilibrio en las poblaciones. Sencillamente algunas personas se dejan llevar por la simple apreciación del aspecto y sin un análisis profundo emiten juicios y en el peor de los casos se convierten en los inquisidores por excelencia. Este es el caso de los reptiles, animales muy útiles al hombre en muchísimos aspectos y en la Ciénaga de Zapata como en el resto del país perduran mitos o creencias en las que siempre quedan mal parados, lo que los ha llevado a altos grados de amenaza por la caza indiscriminada muchas veces sin otro motivo que eliminarlos porque constituyen un “peligro”.

Así como para que exista la risa tiene que existir el llanto y la alegría como contraparte de la tristeza, en la Naturaleza todo tiene un contrario, un límite, eso se les llama comúnmente agentes reguladores o depredadores y esa responsabilidad ecológica la asumen gran parte de estos mal llamados en gran medida “animales de sangre fría”. ¿Te imaginas si no existiera ese animal que controlara el crecimiento en las poblaciones? ¿Qué sucedería? Pues como comprenderás, se perdería el control y ello conllevaría a un crecimiento exagerado de individuos, rápidamente agotarían las fuentes de alimento y sucesivamente murieran a causa de ello, pero no sin antes afectar a otras formas de vida incluyendo al propio ser humano.

Pero no solo juegan ese rol los reptiles; algunos como los cocodrilos por ejemplo son verdaderos “ingenieros” del pantano pues con su transitar crean pasos de agua entre lagunas y así mantienen el flujo de agua y nutrientes en estas zonas; otros como los pequeños lagartos sirven de alimento a numerosas aves rapaces y hasta las mal miradas serpientes son efectivas controladoras de plagas como ratas, que constituyen una verdadera molestia para los seres humanos, creando incomodidades de todo tipo y generando enfermedades. Por otra parte, resulta significativo el cada vez más alto número de visitantes extranjeros que llagan buscando apreciar estas maravillosas creaciones y en ese empeño se hospedan, comen y pagan por estos servicios, lo que contribuye al mejoramiento de la calidad de vida en el municipio, otra razón para conservar a estos grupos de animales.

Eliminar un animalito de estos sin algún motivo que lo justifique es cosa frecuente en algunos poblados de la Ciénaga aún.He encontrado no pocas veces en mi andar por estos lares, majaes pasados por el filo del machete, siendo estos los más frecuentes y lo más lastimoso es que quienes lo hacen parecen estar motivados solo por el placer de hacerlo, pues allí quedan tirados en la vereda los restos del animal. ¡Cuánto nos hemos despegado de la naturaleza, cuánto debemos aprender de ella! La realidad es que nos hemos separado mucho de nuestras raíces y de quienes nos precedieron, que solo cazaban por necesidad.

(Por: Lic. Yoandy Bonachea Luis)

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