High on life es un juego que sabe lo que quiere desde el primer momento y no pretende ir mucho más allá. Una historia bizarra, chistes a cada paso que demos, violencia explícita y pistolas que hablan, ese podría ser perfectamente un resumen de todo.
El título ha sido el más ambicioso hasta la fecha de Squanch Games, un estudio fundado en 2016 por Justin Roiland, el cocreador de Rick y Morty, una de las series de animación más exitosas de la última década, y cuyos juegos están impregnados de un humor muy característico.
Nuestro protagonista, un adolescente terrícola adicto a los videojuegos, queda como la úlitma esperanza de su planeta tras una invasión de alienígenas que quieren convertir a los humanos en combustible.
La novedad radica en las armas que desbloquearemos por el camino, tienen vida propia y no para de hablar. Nuestras pistolas se meten con nosotros, nos indican el camino a seguir, hacen valoraciones morales, ofenden a los transéuntes y muchas locuras más, lo que dota de un mayor dinamismo a la jugabilidad ya que hay pocos minutos de silencio.
Cada nueva arma que consigamos nos permitirá acceder a nuevos caminos en una especio de formato metroidvania que nos obligará a revisitar cada una de las áreas para descubrir nuevas zonas y objetos.
En lo mecánico no hay mucho más que comentar, como shooter anda justo y no aporta demasiadas novedades, pero en lo narrativo es una obra maestra del humor negro con momentos realmente bizarros que nos llevan a cuestionarnos si nosotros somos realmente los buenos de la historia.
Para que tengan una idea general de lo que les estoy comentando, en un momento del juego nos encontramos con un pequeño alienígena que se pone a fastidiarnos la vida insistentemente y la pistola nos recomienda que le disparemos para que no moleste más.
Evidentemente el juego es para mayores de edad, porque pese a que la sangre de nuestros enemigos es de colorines, tanto los temas como la forma en la que se manejan no son aptan para niños.
High on life es una propuesta divertida que por momento recuerda a los juegos de disparos que salían a principios de siglo, y para los amantes de la serie Rick y Morty, es un juego que no se pueden perder.
