Que a nadie le quepa duda de que a The Elder Scrolls V: Skyrim tiene una de las introducciones más épicas de la historia de los videojuegos, con una secuencia de sucesos dramáticos y hasta cierto punto caótico que no nos deja ni un minuto para plantearnos qué es lo que sucede.
Nada más terminar de crear nuestro personaje el juego nos pone en la piel de un tipo normal que fue capturado por el imperio de turno y que ha sido condenado a muerte sin mucho juicio de por medio. Resulta que la gente del norte del continente no está muy a gusto con tus captores y digamos que el ambiente es hostil.
Un amable señor que viaja junto contigo como prisionera en una carreta con destino a un fuerte, te cuente que es el jefe de los rebeldes norteños y te hace un resumen de los acontecimientos políticos del lugar. Al llegar al lugar donde pasarás a mejor vida parece que todo está perdido y tras un engorroso pase de lista para morir, aparece de la nada un dragón negro disparando fuego a todo lo que se mueva.
La ejecución pasa a un plano secundario y tanto prisioneros como captores huyen por sus vidas a la desbandada mientras la enorme bestia arrasa con todo. Por suerte logras escapar con vida y llegas a un punto en le que tienes dos caminos posibles: uno es aliarte con el jefe del norte y unirte a la rebelión o perdonar a los imperiales y sumarte a las fuerzas de ocupación.
Esta decisión definirá cual será el camino a seguir en los primeros compases del juego, pero a la larga no tendrá mucho peso argumental. Lo cierto es que a partir de ese momento te suelten en medio de un descampado y eres libre de hacer lo que te venga en gana.
Las misiones principales están ahí y son las mejores logradas, con sus momentos cinemáticos y eso, pero el mundo de Skyrim, colosal aún en nuestros días, se disfruta mejor despacio, caminando de un lado a otro, descubriendo secretos y mejorando nuestras habilidades.
De esta manera nos introducen a una aventura que nos garantizará cientos de horas de diversión, de caminatas eternas de un lado a otro para desbloquear puntos de viaje rápido, donde aprenderemos los poderoso gritos para cazar dragones y golpearemos a cada cangrejo que encontremos para ganar puntos de habilidad en el uso de armas a meleé.
El género de aventura y rol a mundo abierto es la especialidad de la casa de Bethesda Game Studios y la saga de The Elder Scrolls es una de las mejores muestras de su maestría.
Skyrim es un juego del ya lejano año 2011 pero que sin duda marcó la infancia de muchos gamers cubanos, sobre todo por su accesibilidad y rejugabilidad. Tal vez esto último sea la causa de que repitiéramos tantas veces una de las introducciones más épicas de la historia de los videojuegos.
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