El 27 de noviembre es una fecha aún luctuosa para todos los cubanos cuando pensamos en el fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina en 1871, comentó Leonel Pérez Orozco, conservador de esta ciudad, tras una peregrinación hasta la otrora casa de Carlos Verdugo, una de las víctimas del horrendo crimen.
Cuando pensamos que Matanzas perdió prácticamente a un niño inocente que ni estaba en La Habana cuando ocurrieron los hechos por los que juzgaron a los jóvenes, y que por un sorteo terrible y sanguinario fue escogido su nombre para ser fusilado, podemos decir que Carlos Verdugo era doblemente inocente, aseveró.
Recordarlo, venir a su casa, tener ese momento para rememorar la historia, ir atrás y ver como somos continuidad de esa historia y que por eso realizamos la peregrinación, es mantenerlos presente ante un crimen que nunca se podrá olvidar, que estará siempre dolorosamente en la memoria del pueblo cubano, añadió en declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias.
Tras la peregrinación desde el Parque de La Libertad, ante la que fuera residencia de la familia de Carlos Verdugo, en la barriada de Versalles, se congregaron estudiantes, profesores, trabajadores del sistema de Salud y autoridades políticas y gubernamentales, para rendir tributo al estudiante de Medicina.
El crimen conmovió a la sociedad de la época, no se trataba de caídos en combate a kilómetros de distancia, resaltaba odio, ocho jóvenes fueron condenados a muerte, tres de ellos escogidos al azar, símbolo máximo de la injusticia, expresó Ángel Félix Almeida Rodríguez, presidente de la Federacion Estudiantil Universitaria en la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas (UCMM).
Tenía el mayor solo 20 años y el más joven no superaba 16, el pueblo de Matanzas y en especial los estudiantes y profesores de la UCMM rendimos merecido tributo a las víctimas de tan abominable crimen, destacó.
Aunque nunca probado en juicio, por el delito de “profanar” la tumba de Gonzalo de Castañón, el fusilamiento de ocho estudiantes de Medicina el 27 de noviembre de 1871 marcó uno de los momentos más atroces en la historia del estudiantado cubano, por ello cada año los jóvenes recorren las calles para honrar la memoria de esas víctimas del colonialismo español en Cuba. (
Aunque nunca probado en juicio, por el delito de “profanar” la tumba de Gonzalo de Castañón, el fusilamiento de ocho estudiantes de Medicina el 27 de noviembre de 1871 marcó uno de los momentos más atroces en la historia del estudiantado cubano, por ello cada año los jóvenes recorren las calles para honrar la memoria de esas víctimas del colonialismo español en Cuba. (Por Laureen Batista Roselló )