Con alrededor de 270 delegados de toda la geografía nacional, el XI Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) culminará hoy en el Palacio de Convenciones de esta capital.
La cita abordará en esta, su jornada de clausura, un tema crucial para la organización: la transformación del modelo de prensa en Cuba.
Se presentará el plan de acción de la UPEC para el trabajo durante los próximos cinco años y se conocerá a la nueva presidencia del gremio a nivel nacional.
Este jueves se debatieron en tres comisiones asuntos polémicos como la formación y la superación de los periodistas, los desafíos de la prensa cubana en una sociedad en red y los retos de la organización en el siglo XXI.
Durante el intercambio sobre la preparación académica, los delegados insistieron en diversificar las vías de acceso a la carrera de Periodismo en el país, pues el Colegio Universitario para el Duodécimo Grado no puede convertirse en la única vía para aspirar a esa disciplina del pregrado.
La profesora y periodista Zenaida Costales Pérez enfatizó en la importancia que los estudiantes de ese oficio ocupan en los medios de comunicación, donde aportan creatividad y frescura y en los que se les debe reconocer y remunerar como tal.
Adelantó que la Facultad de Comunicación de la UH se encuentra inmersa en la creación de una Maestría en Periodismo como escalón intermedio y de preparación hacia el Doctorado en Ciencias de la Comunicación.
Sabdiel Batista Díaz, periodista, añadió que el plan de estudios de la carrera debe retomar asignaturas como la Gramática española, la Historia y la Literatura que tanto enriquecen la cultura general de los futuros profesionales de la prensa.
Batista Díaz consideró que las instituciones mediáticas cubanas deben convertirse en centros de ciencia en los cuales sus trabajadores investiguen y donde se les garantice su superación profesional.
Respecto a los retos que tiene la prensa nacional por delante en un contexto marcado por la transformación tecnológica constante, Elena Diego Parra, directora del Periódico 26 de la provincia de Las Tunas, subrayó que en la construcción de un nuevo modelo de periodismo para el Socialismo cubano requiere de la elevación de la creatividad entre las audiencias activas, más fragmentadas y dependientes de las producciones culturales foráneas.
Los medios públicos tienen que recobrar su musculatura ante los públicos y deben rescatar su centralidad social, afirmó.
Durante el Congreso, la periodista de la revista Bohemia Lilian Knight exhortó a un cambio en las misiones propias de la UPEC para lograr un rescate de la credibilidad entre las masas.
Subrayó que los públicos se deben ver reflejados en el discurso de los medios de comunicación del país como solución inevitable.
Emanaron de los debates inquietudes como el éxodo de los profesionales del sector, la falta de transparencia de las instituciones ante los medios y la carencia de relatos conmovedores porque se priorizan actos y reuniones por encima de las historias de los protagonistas verdaderos: la gente.
La cita sirvió de escenario este jueves para presentar el Mapa de la Comunicación de la Prensa Cubana y el libro de entrevistas «Anatomías del periodismo cubano».
Se aprobaron, además, los Estatutos y el Código de Ética de la UPEC.
«Cambios sí, cambios revolucionarios» es la máxima que convidará hasta este viernes a los periodistas cubanos que apuestan por la transformación del sistema de prensa pública nacional a tono con la situación sociopolítica, económica y tecnológica que vive la mayor de las Antillas. (Por Aylin Herrera Reyes)
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Reto de los peridistas cubanos. Hacer Periodismo. Es mayoritaria la sequía informativa sobre los hechos que impactan la sensibilidad popular, la desatención de muchos funcionarios hacia deshacer entuertos y atender reclamos populares ante aquellos que agobian a la población y dentro de ella, el emplazamiento, acompañado de una investigación periodística, de los responsables de la problemática. Esta tarea se seguirá caracterizando por la estridencia de sus combates. La ley de Comunicación Social sigue encontrando y encontrará grandes escollos en su implementación, hoy los periodistas cuentan con un arma jurídica, pero su acatamiento contendrá muchas batallas, algunas se perderán, por la negativa a difundir la información de marras, otras por la pérdida de su frescura y por el siempre peligroso hecho de que el enemigo la tergiverse y la use a su favor, y otras por el cansancio de los luchadores de este bando, pues conozco periodistas que ante tantas mordazas y otras dificultades, han desistido de la publicación del hecho, e incluso de la profesión. Es real que, ante la situación política, la amenaza constante de agresión, el bloqueo y otras circunstancias que nos ha impuesto en nuestro devenir el vecino del norte, el control de la información, el oscurantismo y el secretismo han sido una constante, sin contar la apología a determinadas informaciones. Pero, los tiempos han cambiado, las nuevas tecnologías hacen cotidiana la inmediatez y la prensa tiene que estar a ese ritmo, o se suicida como medio. Además, se sabe en nuestro país una cosa es reflejar en las leyes un derecho y otra diferente, lograr que los funcionarios y los burócratas las acaten. Entonces, además, la prensa debe exigir el derecho que ya está legislado, sea quien sea quien esté resistiendo al cambio. No es solo la credibilidad de la Prensa, es la de la Revolución»