El Etihad Stadium era un hervidero para el partido de vuelta de la semifinal de la UEFA Champions League con el global 1 a 1 en un enfrentamiento rompe corazones entre Real Madrid y Manchester City.
Sin Antonio Rudriger en el once inicial, Carlo Ancelotti sorprendió a todos teniendo en cuenta que esa férrea marca limitó a 21 los toques del extraterrestre Erling Haaland en el partido de ida.
Bien intensos los primeros minutos con mucha presión en el área del Manchester City con varios tiros peligrosos en los cuáles Thibaut Courtois se vistió de super arquero nuevamente.
Todo indicaba que la primera diana sería para los locales, y en el ’23 llegó de la zurda de Bernardo Silva, dejando a sus marcas detrás y con asistencia de Kevin De Bruyne.
Dominio absoluto de los ingleses sobre la cancha en todos los sectores frente a un Real Madrid falto de iniciativa en el contraataque perdiendo el balón constantemente.
Al pasar la media hora los merengues tuvieron sus primeras reacciones y oportunidades claras de gol pero no era suficiente frente al ímpetu del City que en el ’37 tuvo su segundo gol esta vez de la cabeza del mismísimo Bernardo, hasta el momento el verdugo de los españoles.
Con la pizarra y el campo más que inclinados hacia un solo lado la única esperanza era un revivir del espíritu ganador del Real Madrid luego del medio tiempo.
Efectivamente era otro grupo sobre el césped con mayor posesión y más intensidad en el ataque aunque los rivales no cejaron en sus intentos de robo en el medio campo.
Perdiendo por 2 y alrededor del minuto 60 el alto mando Madridista mandó a la banca a Luca Modric uno de los esenciales para crear y sacar conejos de cualquier sombrero. El tercero llegó como sacado de una novela brasileña: De la pierna de Eder Militao pero en la portería equivocada.
Esta era la sentencia definitiva para el equipo más ganador en la principal competición a nivel de clubes en el balompié mundial y así lo afirmaban los vítores constantes y ensordecedores de la afición del Man City.
Definitivamente la humillación no había acabado y en el 90 + 1 venía el cuarto con la enorme tranquilidad de Julián Álvarez en un remate inesperado y bien calculado.
El 10 de junio en Estambul se definirá la Champions en el duelo entre el Manchester City y el Inter para vivir la victoria de un nuevo dueño de la orejona.
