En el preuniversitario conocí a un grupo de amigos «gamer» tan fanáticos del fútbol y los videojuegos como yo. Una mezcla que inevitablemente tiene que canalizarse echando unas partidas a los mandos del simulador de balompié que se tenga a mano.
Hoy todo el mundo optaría indiscutiblemente por el FIFA, pero en aquellos tiempos se vivía el mejor momento del Proevolution Soccer, un juego de fútbol japonés que destacaba sobre su competidor por su gráficos y una velocidad trepidante en los partidos.
Mi primer “Pro” fue el 2006, uno de los mejores sin duda, donde jugar con el delantero brasileño Adriano era considerado trampa por su exagerada potencia de disparo. Por otra parte una de sus entregas que más disfruté fue la de 2013 donde los partidos Barza-Madrid eran verdaderas batallas campales, y además era el que más opciones brindaba en el formato Liga Master.
Aún así, en mis año de preuniversitario el que jugábamos era el 2015 y cada año lo parcheábamos con las actualizaciones de las plantillas y sentíamos como el juego se volvía nuevo otra vez a la par que le raspábamos años de uso a mi vieja Playstation 2.
Hoy cuando me reuno con mis amigos, tengo que morir con el FIFA porque Konami dejó morir la saga Proevolution para centrarse en sus otras franquicias más rentables, pero recordamos las noches de Pro con un cariño especial. Las jugadas imposibles, los goles por culpa de la mala optimización del juego, las interminables ligas donde apuntábamos los líderes de goleo y asistencias en un power point.
Los insuperables Cristiano Ronaldo y Messi, el imparable Drogba, los pases milimétricos de Pirlo, el Bayern Munich de Robben y Ribery, la defensa infranqueable del Chelsea con Cahil y Terry, el regate de Marcos Reus, el físico de Roney, las acrobacias de Ibrahimovic y los goles de Cavani. Aprendimos a amar el fútbol a través de los mandos, y aquellos avatares de los jugadores eran para nosotros la representación más exacta de sí mismos.
El último Proevolution que jugué fue el 2019, pese a que la pérdida de calidad ya se había comenzado a notar años atrás. La franquicia intentó relanzarse con un nuevo nombre, pero para mi al menos ha sido una total decepción. Espero que los desarrolladores recuperen el camino y nos vuelvan a entregar un juego tan divertido como los de antes.
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