¿Payasos con capas y máscaras antigás? Si no lo hubiera visto, pues no lo creería. Pero ahí estaban, con sus chubasqueros amarillos, seres salidos de un mundo pos apocalíptico en la búsqueda de aire fresco. El público los observa extrañado, y sigue atento cada movimiento. Cuando al fin se descubren, colocan sus narices de clown, esas que les permiten respirar el aire de la tierra, y comienza el gran juego.
Los payasos se retan unos a otros para demostrar sus habilidades con el salto de la cuerda, los malabares, y las vueltas de carnero. Casi sin decir palabras, hacen cómplices a niños y adultos por igual. Las risas escapan ante cada ocurrencia, desde una pelea de boxeo guiada por un tambor hasta los payasos que se fingen muertos para sorprender a una payasita despistada. Los cubos de agua que los clowns pretenden arrojar al público, se transforman en confeti ante la sorpresa y la algarabía.
“S.O.S Paya” es una excelente continuación de “Zancos y Juegos”, una de las obras más representadas del repertorio de “El Mirón Cubano”, y es muy fácil entender el porqué: el carisma y destreza de los payasos emocionan a los niños y retornan a los adultos a su infancia. Este espectáculo nos demuestra que la risa puede salvar al mundo, díganle adiós a los chubasqueros amarillos.
Desde el lente de Raúl Navarro le proponemos el siguiente fotorreportaje
(Por: Cecilia Borroto López/Tomado del perfil del Grupo Teatro Mirón Cubano)