Con la derrota ante Estados Unidos 14 carreras por 2 el equipo cubano dijo adiós al quinto Clásico Mundial en una actuación histórica durante el torneo, pues después de 17 años vuelven a estar entre los 4 grandes del Béisbol internacional.
Un primer ininng dónde el descontrol del abridor Adam Wainwright dejó la escena lista para romper el celofán para Cuba, que no supo aprovechar en toda su dimensión este momento clave y solo marcó una carrera.
Un desfile de lanzadores por los antillanos no pudo aguantar la poderosa batería estadounidense que aplastó sin misericordia a los 7 serpentineros que se subieron al montículo.
Destacable la actuación de Yoelkis Guibert que encontró la forma de ajustarse y vencer las formaciones de la defensa rival como todo un profesional, mientras se lucía también en el terreno.
Lo visto hoy en Miami fue la confirmación de los vaticinios pues el #TeamUsa es superior a la mayoría de todos los equipos participantes.
Las derrotas siempre son dolorosas pero este #TeamAsere devolvió todo el entusiasmo perdido por años de malas prácticas y decisiones erróneas con respecto a nuestro deporte nacional.
Las calles repletas de gorras y pulovers de las 4 letras, los niños jugando, la unidad que trajo en los amantes del Béisbol, son parte de los saldos positivos que contaremos a las futuras generaciones.
Es para Cuba el comienzo de un sueño, la avidez de triunfar no debe quedar aquí y seguir convocando a nuestros mejores jugadores debe ser la premisa para futuros eventos.
A los de hoy nada que reprochar, solo agradecerles el atrevimiento de ponernos a soñar otra vez.