El 11 de septiembre de 1951, la prensa local matancera, mostraba alarma ante la presencia de una “plaga” de arácnidos venenosos, detectada cerca de la Rayonera, en Versalles. Se refería a dos ejemplares de Viuda Negra (Letrodectus mactans). Al mes siguiente aparecía otra.
Finalmente, el martes 16 de octubre, se descubría que las arañas estaban llegando dentro de sacos de abono, de la compañía Amour, por la Zona Franca. Atrapados varios especímenes, sus captores observaron preocupados como se reproducían por centenares.
Especie introducida, hoy se encuentra en todo el territorio nacional, preferentemente en zonas rurales y en construcciones, debajo de piedras y escombros. La hembra, de mordedura muy venenosa, se identifica por una marca roja en forma de reloj de arena en la parte inferior del abdomen.
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Hasta el presente no se reportan en Cuba picadas mortales. Con síntomas leves en 1998 fueron investigados cuatro casos de picaduras reportados en Ciego de Ávila.
En el año 2018 una noticia circuló por varios sitios de internet, incluido Cubadebate, informando sobre la aparición de un ejemplar en un almacén de una antigua fábrica de papel, en Jatibónico, Santi Spiritus, al centro de la Isla. Al parecer había llegado en un envío de pulpa desde Canadá.
Décadas después de su presencia en Matanzas, este redactor observó un ejemplar en los túneles abandonados de lo que fue una unidad militar en la cima de la loma El Pan, a más de 380 metros de Altitud.
(Por: Adrián Álvarez Chávez)