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Alrededor de 156 millones de personas en Brasil están convocadas este domingo a las urnas para elegir al próximo presidente del país, en una contienda polarizada entre el ultraderechista Jair Bolsonaro y el político de izquierda y favorito Luiz Inácio Lula da Silva.
Los electores tendrán la oportunidad de designar a su jefe del Ejecutivo número 39 de la historia o propiciar, con su voto, otros cuatro años más de mandato de Bolsonaro, quien ambiciona reelegirse.
Serán electos en el pleito presidente y vicepresidente; gobernadores y vicegobernadores de los estados y del Distrito Federal; senadores, diputados federales y legisladores estaduales.
A lo largo de los meses, Lula, candidato presidencial del Partido de los Trabajadores, y Bolsonaro, del Partido Liberal, encabezaron por ese orden las preferencias de los votantes, de acuerdo con casi todas las encuestas de intenciones de voto.
La ventaja del exdirigente obrero sobre el exmilitar osciló entre los 3,7 y 16 puntos.
Según la última encuesta del instituto Inteligencia en Pesquisa y Consultoría Estratégica (IPEC), publicada este sábado, Lula aparece con el 51 por ciento de los votos válidos, bajó un punto (52) respecto a la indagación del 27 de septiembre.
Bolsonaro exhibe un 37 por ciento de favoritismo (tenía 34 en el levantamiento anterior); el exministro Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista, recibe un cinco por ciento (poseía seis), y la senadora Simone Tebet (Movimiento Democrático Brasileño) figura con cinco por ciento (igual porcentaje en la encuesta anterior).
Después la senadora Soraya Thronicke (Unión Brasil) califica con uno por ciento (el mismo precedente), y Felipe D’Avila (Partido Novo) muestra uno por ciento (similar en anterior pesquisa).
No es posible afirmar si habrá una segunda vuelta, prevista para el 30 de octubre, indica el IPEC.
Amenaza golpista
Pese a la confianza de muchos de que Lula podría definir su victoria en esta primera ronda, preocupa la reacción de Bolsonaro en caso de un fracaso, pues recientemente advirtió que no aceptaría el resultado si él no gana y achacaría la derrota a «algo anormal» ocurrido en el Tribunal Superior Electoral.
Tampoco el excapitán del Ejercitó respondió cuando la congresista Thronicke le preguntó en el último debate presidencial en TV Globo si daría un golpe de Estado de no ganar en las urnas.
El exparacaidista esquivó la interrogante y recurrió al chantaje para comentarle que ella resulta parlamentaria por él.
A lo anterior se suma que Bolsonaro, pese a abrazar el poder en 2018 mediante urnas electrónicas, duda ahora de la fiabilidad y seguridad de ese receptáculo, implementado desde 1996, el cual puede ser blanco de fraudes, según el gobernante.
En los comicios participarán 11 candidatos presidenciales y de acuerdo con la legislación nacional, para ser electo, un pretendiente debe obtener la mayoría absoluta de votos, es decir, más de la mitad de los válidos (excluidos los en blanco y nulos).
Si ninguno de los aspirantes cumple con ese criterio, se realizará una segunda vuelta, prevista para el 30 de octubre.
Los mismos criterios rigen para las elecciones a gobernadores y los municipios con más de 200 mil habitantes.
Respecto a los cargos legislativos a nivel federal, estarán en disputa los 513 escaños de la Cámara de Diputados y 27 bancadas, una por cada unidad de la federación, del total de 81 que componen el Senado.
También los diputados federales, estaduales y de distrito se eligen por el llamado sistema proporcional, es decir, a los representantes de los partidos o coaliciones más votados, según el cálculo del cociente partidario.
La Constitución Federal establece que todo ciudadano alfabetizado, nacido en el país o naturalizado, con edades de 18 a 70 años, está obligado a votar.
El referendo es opcional para los jóvenes de 16 y 17 años, los mayores de 70 años y los analfabetos. Esto significa que pueden, pero no están obligados por ley a ejercer su derecho.
Las personas con residencia electoral en el extranjero solo pueden votar en las presidenciales.
De los 4,4 millones de brasileños que viven en el exterior, 697 mil 84 están aptos para elegir solo al próximo presidente del país, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Para quien reside en el extranjero, solo es posible nominar para ese cargo. Podrán nominar al jefe del Ejecutivo en embajadas, consulados y legaciones diplomáticas esparcidas por 159 ciudades de 97 países.
Lisboa, capital de Portugal, es la urbe con mayor cantidad de brasileños aptos para ejercer su derecho, con 45,2 mil electores.
El sufragio será a través del sistema de urnas electrónicas, el cual permitirá que los resultados sean conocidos en la jornada, pocas horas después de cerradas las mesas de votación.
(Con información de PL)
Lula y Bolsonaro ejercen su derecho al voto
El candidato presidencial Luis Inacio Lula da Silva ejerció su derecho al voto. Los puntos clave de su campaña son luchar contra el hambre y la pobreza, además de la defensa de la Amazonía que comprende la biodiversidad brasileña y la reactivación económica.
Jair Bolsonaro votó poco después. Durante su campaña por la reelección afirmó que la agroindustria es más importante para «la seguridad alimentaria del mundo» que la protección de la Amazonía. También planea eliminar todos los impuestos federales sobre la gasolina.