
Desde el jueves 8 de mayo la Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas atesora una importante colección de fósiles y especies de nuestro entorno, gracias a la fundación del Laboratorio de Zooarqueología y Paleontología, importante logro para la ciencia que surge de los desvelos investigativos del especialista Logel Lorenzo Hernández.
El inmueble atesora una amplia y variada colección que permitirá fomentar la investigación, selección, clasificación, estudio y conservación de ejemplares recuperados con el objetivo de compartir y divulgar el conocimiento científico y estrechar vínculos con instituciones similares.
A la inauguración asistió una amplia representación de investigadores, especialistas y estudiosos de la ciudad que sin dudas agradecen la existencia de un espacio que recoge una parte importante de la fauna prehistórica y contemporánea de nuestro territorio.


“Este centro permitirá generar información sobre nuestro patrimonio paleontológico y arqueológico, algo novedoso para nuestra ciudad, pues Matanzas no contaba con una colección de referencia para trabajar la zooarqueología”, comentó Logel Lorenzo.
A lo largo de 30 años el estudioso se ha dedicado a conformar semejante colección que facilitará los trabajos de arqueología a la hora de evaluar científicamente las muestras encontradas en los residuarios aborígenes.
Lorenzo Hernández rememoró que fue de la mano de Milton Pino Rodríguez que se adentró a este fascinante mundo, tras asistir, décadas atrás, a un curso sobre dieta aborigen. Producto de ese ese vínculo y en homenaje al avezado arqueólogo decidió bautizar el laboratorio con su nombre.

Tras aquellos primeros hallazgo fue naciendo una pasión por almacenar cada resto de la fauna, hasta llegar a la cifra de más de 400 especies registradas.
Su perseverancia le llevó a conservar una gran cantidad de muestras de moluscos, mamíferos, crustáceos, reptiles, así como especímenes fósiles, gracias a la actividad paleontológica que ha desarrollado a lo largo de su vida.
Muchos de estos descubrimientos tuvieron lugar en sitios emblemáticos como el Abra de Figueroa, donde desarrollara una investigación en conjunto con el Museo de Historia Natural, experiencia que formó parte de varias publicaciones recogidas en prestigiosas revistas científicas.


Otros hallazgos fueron recolectados en cavernas con depósitos fosilíficos que generaron materiales que han tributado también a la confección de importantes estudios.
Entre los fósiles más importantes de la colección del Laboratorio de Zooarqueología y Paleontología Milton Pino Rodríguez, destaca los restos del perezoso gigante, mamífero extinto que integró la dieta de los primeros habitantes de nuestro archipiélago. (Edición web: Miguel Márquez Díaz)
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