Espacio Poesía: Violeta Vicente Miguelez

Desde Espacio Poesía llegamos a un nuevo episodio de esta sección de Periódico Girón dedicada a dar a conocer los poemas en voz de sus propios autores. Hoy compartimos con ustedes, de la autoría de Violeta Vicente Miguelez, sus poemas La torsión y Hubo temporadas en las que luché contra el agua.

Desde Espacio Poesía llegamos a un nuevo episodio de esta sección de Periódico Girón dedicada a dar a conocer los poemas en voz de sus propios autores. Hoy compartimos con ustedes, de la autoría de Violeta Vicente Miguelez, sus poemas La torsión y Hubo temporadas en las que luché contra el agua.

La torsión

otra vez despierto a mitad de la noche
no es el dolor en el pulgar, es el pavor
ante la posibilidad de no dejar de doler
lo estrujo para sentir
todo en su lugar
y corro a ponerme hielo
ya pasaron tres semanas
la caída, la torsión, el no hacer nada
me dicen que se va a curar mal
uniéndose en lugares equivocados
o no se va a curar nunca
pero yo dejo
que mi cuerpo actúe
con su sabiduría
capaz que tiene que andar así
torcido
porque yo ando así
torcida

Hubo temporadas en las que luché contra el agua

Hubo temporadas en las que luché contra el agua
venía en torrentes a inundarme la cocina
brotaba de la rejilla salía fervorosa por la manguera del lavarropas
o sencillamente corría de una canilla desbocada a la que todos los meses le cambiaba el cuerito
para seguir su rumbo la muy turra por las baldosas del parqué
deslizarse blanda
por debajo del burlete hasta el pasillo
y ahí caer
de manera estrepitosa
por el hueco del ascensor haciendo venir a los vecinos
que tené más cuidado que esto sale caro que no es la primera vez
me escabullía o lloraba o me escabullía llorando
pero pronto volvía a pasarme lo mismo
porque también luchaba contra el agua de lluvia
que se estrellaba en el cerramiento de vidrio y lo hacía abrirse
en goteras
que más que goteras cataratas
que bajaban impávidas por la pared del fondo
arruinándome un Kandinsky comprado en el Guggenheim descolorido el pobre
no me alcanzaban los baldes
ni los tuppers
ni las manos ni mi lengua
y los trapos parecían esos peces planos y horribles que duermen en el fondo del océano
no era una sirena claro está yo era una naufraga
o una bestia marina herida
o un zapato uno solo
humedecido y hediondo
así que acudí a la magia como quien va por medicinas
porque era capaz de creer en cualquier milagro
en las estrellas en la borra del café en unas palabras dichas con misterio
ahora sé como por una revelación o algo así
que el agua que me ahoga es la misma que me saca a flote

Violeta Vicente Miguelez (Buenos Aires, 1990) es psicóloga, docente e investigadora. Hace cinco años escribe poesía. Realizó talleres literarios con los escritores Adela Bousquet, Osvaldo Bossi y Anahí Mallol. Publicó algunos de sus poemas en revistas literarias de distintos países, Awen (Venezuela), Extrañas Noches (Argentina), El Beisman (EE.UU.), Vuela Palabra (EE.UU.).

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