De Julio en julio
“No era ni industrial, ni comerciante, ni mercader, ni agricultor. No formaba parte del Instituto Real de la Gran Bretaña, ni del Instituto de los Artistas (…) En fin, no pertenecía a ninguna de las numerosas sociedades que tanto abundan en la capital de Inglaterra (…) Phileas Fogg era miembro del Reform Club, y nada más”.
Corría el año 1872 cuando el señor Phileas Fogg, un misterioso y solitario caballero inglés, abandona su vida disciplinada para cumplir una apuesta en la que arriesga parte de su fortuna comprometiéndose a dar la vuelta al mundo en 80 días utilizando los medios disponibles en la época. Lo acompaña su recién contratado criado, Passepartout.
Fue un 7 de noviembre cuando los lectores de Le Temps se encontraron por primera vez con los dos famosos personajes en situación de emprender su viaje. Era el inicio del título más popular de Julio Verne, quien se había embarcado en el proyecto de los Viajes extraordinarios, algo así como la monumental comedia humana de Balzac pero a nivel científico, con viajes por los mundos conocidos y desconocidos con la finalidad de resumir “todos los conocimientos geográficos, geológicos, físicos y astronómicos acumulados por la ciencia moderna”.
El argumento resulta ágil, emocionante e intrépido, como buena novela de aventuras que es. Los personajes protagonistas representan caracteres antagónicos que se complementan muy bien y se disfruta mucho con sus interacciones a lo largo de la obra. Las ricas descripciones geográficas nos llevan a dar la vuelta a nuestra imaginación, con una atrapante trama y un final inesperado.
La clave de la obra de Julio Verne es muy probablemente el halo de realidad que proyectan todas sus novelas a pesar de lo fantasioso de sus aventuras. En su época, este recurso permitía que los lectores leyeran las primeras entregas de La vuelta al mundo en 80 días como si se tratara de la crónica periodística de un viaje real. Es cierto que no se trataba de Darwin ni de cualquiera de los viajeros científicos que por entonces maravillaban al público con sus descubrimientos. Pero,lo que proponía era la historia de un inglés acompañado por un francés haciendo algo que hasta entonces nadie había osado intentar: dominar los elementos y los nuevos medios de transporte para dar la vuelta al mundo en un tiempo récord.
Pese a haber sido escrito en 1872 no ha perdido nada de vigencia. En tren, en barco, en elefante o en trineo, esta tremenda serie de aventuras ofrece también un mosaico de culturas y costumbres distintas. La vuelta al mundo en ochenta días tiene tantas lecturas posibles como palabras y uno nunca hace igual ese trayecto.
FRASES DE LA OBRA
“Era el hombre menos apresurado del mundo, pero siempre llegaba a tiempo”.
“Para él, el juego era un combate, una lucha contra una dificultad”.
“Un criminal inglés siempre está mejor escondido en Londres que en el extranjero”.
“Las fisonomías honradas son las que con más frecuencia hay que desenmascarar”.
“¿Y por qué no había de suceder? Cosas más extraordinarias se han visto”.
“Me convenzo de que no es inútil viajar si se quieren ver cosas nuevas”.
“Los pasaportes nunca sirven más que para molestar a los hombres de bien y facilitar la fuga de los tunantes”.
“Su imaginación la llevaba a lo lejos, mostrándole mil peligros; no es posible expresar lo que sufrió durante tan largas horas”.
“Llevaba su vida al día; pero lo que hacía era siempre lo mismo, de tan matemático modo, que la imaginación descontenta buscaba algo más allá”.
CURIOSIDADES SOBRE LA OBRA
1. En un primer momento no se publicó como novela sino en forma de entregas en uno de los diarios más importantes de París llamado Le Temps. Exactamente se presentó así desde el 7 de noviembre hasta el 22 de diciembre de 1872. Hubo que esperar un año para que finalmente se lanzara al mercado literario en forma de libro.
2. Generó un gran éxito desde sus primeras entregas. Tanto es así que en la capital francesa había quienes hacían apuestas sobre si el protagonista, Phileas Fogg, sería capaz o no de cumplir su aventura.
3. La publicación de este volumen se ha generalizado teniendo como portada a su protagonista viajando en globo. Sin embargo, en la novela jamás utiliza ese medio de transporte. Hay dos teorías sobre ese error. Una dice que es debido a que se confunde con una obra anterior de Verne titulada Cinco semanas en globo. Otra establece que la culpable es la adaptación cinematográfica del año 1956 donde síes utilizado como medio de transporte.
4. Aunque se piensa que el viaje que realiza el protagonista es por todo el mundo, no es así. En concreto, salvo la excepción de Japón, transcurre por países donde el Imperio Británico había tenido o tenía presencia.
5. En la creación de esta obra, su autor trabajaba hasta 16 horas al día. Hasta tal punto llegó su agotamiento que eso le provocó una parálisis facial que tendría de por vida.
6. Sin lugar a dudas, una de las curiosidades más sorprendentes de esta obra fue su primera representación teatral. Se sabe que Verne quiso probar realmente a viajar en el elefante que iba a aparecer en escena. Sin embargo, al hacerlo parte del escenario se hundió y el animal se asustó tanto que salió corriendo. Su domador tuvo que perseguirle y solo le pudo alcanzar un kilómetro después.
7. El nombre del fiel ayudante de Fogg, Jean Passepartout, significa en realidad “picaporte”.
8. El volumen está basado en el magnate estadounidense George Francis, que intentó la hazaña en un par de ocasiones. Finalmente, en 1890, logró hacerlo en 67 días.
SOBRE EL AUTOR
Julio Verne fue un escritor francés nacido en 1828 y considerado el fundador de la literatura moderna de ciencia ficción. Predijo con gran precisión en sus relatos fantásticos la aparición de algunos inventos generados por los avances tecnológicos del siglo XX, como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales.
La vida de Julio Verne es aparentemente una sucesión de decisiones sensatas: estudió derecho siguiendo la tradición familiar, contrajo matrimonio con una viuda rica, logró una posición acomodada y sólo cuando su arrollador éxito se lo permitió se dedicó en exclusiva a la literatura.
Esta acomodación burguesa, sin embargo, no fue fruto espontáneo de un carácter dócil. A los 11 años, enamorado de una prima suya, se embarcó en un barco que partía a las Indias con la romántica idea de traerle un collar de coral. La aventura fue abortada en el último segundo por su padre, que le propinó una paliza; ello y el posterior desdén de la prima alimentó al parecer la misoginia de Verne y una secreta rebeldía que, incapaz de manifestarse en la sociedad bien pensante, hallaría un cauce de expresión en la desbordada fantasía de su literatura.
A los ocho años ingresó con su hermano Paul en el seminario Saint-Donatien. Más tarde estudió filosofía y retórica en el liceo de Nantes y viajó a París para seguir la carrera de leyes, cumpliendo con ello los deseos de su padre, el abogado PierreVerne. En 1848 comenzó a escribir algunos sonetos y textos de teatro, y dos añosmás tarde aprobó su tesis doctoral de derecho y optó por la carrera de letras.
Sus inicios literarios fueron difíciles; sus piezas de teatro no tuvieron una divulgación importante, y recurrió a la docencia para sobrevivir. En 1857 se convirtió en agente de bolsa y empezó a viajar; visitó Inglaterra, Escocia, Noruega y Escandinavia, y continuó sus escritos. En 1859 contrajo un matrimonio que no cabe juzgar sino como de conveniencia; alcanzada la independencia económica, jamás volvió a poner los pies en el hogar paterno.
Posteriormente conoció al editor Hetzel, quien se interesó por sus textos y le publicó Cinco semanas en globo (1863), obra que lo lanzó al éxito y lo estimuló a proseguir con la temática de la novela de aventuras y fantasía. El mismo editor le encargó una colaboración regular para la revista Magazine d’éducation et de récréation, y en poco tiempo alcanzó una gran celebridad.
Muchos textos de Verne, popularizados ya con rapidez en vida del autor, quedarían entre los grandes clásicos de la literatura infantil y juvenil del siglo XX.
CURIOSIDADES SOBRE EL AUTOR
1. Julio Verne escapó de su casa a los 11 años para registrarse como grumete de un barco que iba a la India.
2. El autor predijo numerosos inventos en sus libros, entres ellos pueden mencionarse: el ascensor, las naves espaciales, el internet, los viajes a la Luna, las muñecas parlantes y las armas de destrucción masiva.
3. Perteneció a un grupo de escritores que odiaban y menospreciaban a las mujeres y se hacían llamar Los once sin mujer. Sin embargo, fue expulsado al casarse con Honorine Deviane, aunque su misoginia la conservó durante toda su vida.
4. Tuvo colaboradores matemáticos para escribir sus novelas y su hermano Paul Verne lo asesoró en temas marítimos.
5. Julio Verne inventó la figura de escritor divulgador, que consistía en compartir conocimiento científico de forma amena y exacta. El escritor corregía los datos científicos y geográficos de sus novelas para ser lo más acertado posible. Además de talento, su trabajo estuvo lleno de estudio e investigación.
6. Él era un “viajero inmóvil”, eso quiere decir que no salió de su país durante la mayor parte de su vida, pero viajaba a través de sus lecturas, lo que le dio una idea de cómo se veían los lugares remotos que después describió en sus novelas.
7. En sus últimos años, su cansancio se notó a través de sus libros, que muestran mucha oscuridad y pesimismo. Verne dejó de plasmar a la ciencia como un elemento que beneficiaba al desarrollo humano para pasar a describirla como un vicio que consume a la sociedad junto a la política y el capitalismo.
(Por María Karla Pérez Romo y Odalis Sosa Dencause)