El títere es la poesía del teatro

El títere es la poesía del teatro

María Laura Germán (Matanzas, 1989) es actriz, escritora y directora; pero detrás de esas palabras hay tantos universos como los que es capaz de imaginar o interpretar, y son muchos.

A través de la televisión, su rostro se hizo conocido por el programa infantil Corazón feliz, donde anima al propio Pelusín del Monte y ha sido o es –¿acaso los personajes no se esconden dentro de quien los hace respirar?– la Luna y Alicia y muchas otras. También le dio vida a Roxana en la reciente telenovela El Derecho de Soñar.

Aunque ha actuado para otros colectivos, su casa es Teatro de Las Estaciones. Entre los reconocimientos gracias a su trabajo, como los premios La Edad de Oro, el Villanueva de la Crítica Teatral, el Adolfo Llauradó, y el Caricato, el más reciente es el del Concurso de Dramaturgia Titiritera para Mujeres Renée Potts, que se entregará por vez primera en la próxima edición del Festival Internacional de Títeres de Matanzas (Festitim).

Lo obtuvo con Miss. Drama, una obra de autoficción que –explica– «contiene un fragmento de mi vida de hace unos años, mezclado con vivencias de mi embarazo. Es una especie de “manual para madres primerizas” que reflexiona sobre el cuerpo de la mujer y la maternidad desde el teatro de objetos».

Precisamente, el Festitim, que será del 14 al 19 de mayo, estará dedicado a la mujer titiritera, uno de los temas sobre los cuales Granma conversó con María Laura: «Creo que la condición de mujer influye en todo lo que una hace. Desde el llamado instinto, la sensibilidad, la forma de ver el mundo, hasta la maternidad, que por leve que sea (vivida o no) nos toca por naturaleza. Existen, por supuesto, textos, personajes y escenas que a veces se relacionan más con el hecho de ser mujer; como los hay para cualquier condicionante en momentos particulares…, pero creo que quizá lo más significativo es que hay en la mujer una fuerza maternal intrínseca que es arrasadora».

títere

–¿Qué magias le encuentras al trabajo con el títere?

–Adoro la poesía, y el títere es la poesía del teatro. Amo la actuación, y el títere es la metáfora del actor. Me obsesiona la teatralidad, y el títere es la sublimación del teatro.

–¿Cuánto hay de Teatro de Las Estaciones en tu propia dramaturgia?

–Teatro de Las Estaciones está en todo lo que hago. Es parte de mi poesía, de mis movimientos, de mis ideas…, de mi inspiración. Raro sería que no lo fuera después de 16 años. Hay en Rubén Darío Salazar y Zenén Calero una forma de trabajar la metáfora teatral que creo es lo que más ha influenciado mi dramaturgia.

María Laura se atreve cuando se le pregunta por el horizonte: «Esto puede sonar feo, o pretencioso, pero es un sueño y los sueños así son. Siempre he dicho que quiero ser la Raquel Revuelta del teatro de títeres. Ese es mi sueño como titiritera. Ser grande. Y creo que hay mucho de eso también en la mujer y la madre. Ser buena en lo que hago. Que mi hija me mire y diga con orgullo: “Esa titiritera es mi mamá”». (Por: Yeilén Delgado Calvo/Tomado de Granma)

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Sobre el autor: Granma

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