Rebelión en la granja es una fábula satírica del escritor inglés George Orwell que relata la historia de un grupo de animales en una granja en la Gran Bretaña de los años 30, que se rebelan contra sus propietarios humanos y establecen una nueva forma de gobierno basada en el animalismo.
El animalismo es una teoría política ficticia que crea el libro de Orwell y se asemeja a lo que en la historia fue el estalinismo. Su principio básico se resume en una única frase: “Cuatro patas sí; dos piernas no”. En la ficción, los animales poseen características humanas, pues hacen densos cuestionamientos sobre política, filosofía e identidad.
Al ser escrito en plena Segunda Guerra Mundial, el libro tiene claras referencias políticas. Fue publicado el 17 de agosto de 1945, en Inglaterra, por una pequeña casa editorial.
Vale la pena recordar que Stalin era querido por parte del pueblo y el gobierno británicos, cuestión que dejaba al escritor profundamente incómodo. Por esta razón el volumen fue rechazado por varias editoriales, y no fue hasta 1950, luego de la muerte de su creador, que se convirtió en un éxito.
George Orwell luchó contra los fascistas en la Guerra Civil española. Fue herido en el conflicto y, tras recuperarse, resultó expulsado del país por los estalinistas, para quienes no era lo bastante izquierdista. Esta experiencia lo llevó a escribir Rebelión en la granja porque pensaba que “la destrucción del mito soviético era esencial si queríamos un renacimiento del movimiento socialista”.
En su libro se emite una fuerte crítica a través de la personificación de los animales. El cerdo Napoleón podría representar a una serie de figuras como Stalin (Unión Soviética), Augusto Pinochet (Chile), Mao Tse Tung (China) o Salazar (Portugal). Otros personajes como Bola de Nieve se presume que están inspirados en Trotsky y el viejo Mayor en Lenin.
Así mismo, la metáfora con la que Orwell aborda los problemas sociales y políticos de la época resulta clara y contundente: los animales en los que se inspira el libro representan a las diferentes fuerzas políticas del mundo, y el enfrentamiento entre estos y los humanos simboliza la lucha entre el comunismo y el capitalismo.
La obra constituye un análisis sencillo y a la vez formidable de la corrupción que suele engendrar el poder a cualquier nivel. El autor creía que los cambios sociales no importaban tanto porque siempre habría una clase dominante y una dominada. Fuentes también aseguran que pensaba que los que están en el poder nunca podrán resistir la tentación de acumular más, lo cual inevitablemente los llevará a la corrupción.
Asimismo, el texto denuncia aspectos como el culto a la personalidad, la censura, la manipulación de información y el chantaje, ofreciendo también un mensaje enérgico en contra del totalitarismo y la opresión.
Con un lenguaje fácil y accesible, lleno de humor, el libro procura la atención de todo tipo de lector. No ha envejecido ni lo más mínimo desde su publicación; de hecho, se le suele recomendar a los estudiantes durante su formación académica. Los temas que aborda se van haciendo cada vez más actuales, lo cual resulta preocupante, pues deja en evidencia lo poco que ha evolucionado el ser humano a día de hoy.
Frases de la novela
“Los animales que estaban fuera miraban a un cerdo y después a un hombre, a un hombre y después a un cerdo y de nuevo a un cerdo y después a un hombre, y ya no podían saber cuál era cuál”.
“Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros”.
“El Hombre no sirve a los intereses de ningún ser exceptuando los suyos propios”.
“Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír”.
“Únicamente el viejo Benjamín manifestaba recordar cada detalle de su larga vida y saber que las cosas nunca fueron, ni podrían ser, mucho mejor o mucho peores; el hambre, la opresión y el desengaño eran, así dijo él, la ley inalterable de la vida”.
“El hombre es el único ser que consume sin producir. No da leche, no pone huevos, es demasiado débil para tirar del arado y su velocidad ni siquiera le permite atrapar conejos. Sin embargo, es dueño y señor de todos los animales”.
“Son los liberales quienes temen a la libertad y los intelectuales quienes pretenden denigrar el intelecto”.
Curiosidades de la obra
- El autor trabajó en la BBC hasta que pidió la baja para escribir un libro que denunciara el carácter real del régimen estalinista. En 1947, la propia cadena emitió un especial de radio de Rebelión en la granja, el cual fue escuchado por el propio Orwell desde su casa, quedando fascinado por la dramatización. Por desgracia no se conserva la grabación.
- La revista Time la eligió como una de las 100 mejores novelas inglesas de todos los tiempos.
- A lo largo de los años, ha sido traducida a más de 15 idiomas y prohibida, censurada o adaptada en algunos países por considerarse un libro revolucionario.
- Su título original era Animal Farm, pero al traducirse a otras lenguas, en cada país se optó por darle un título propio y alejarse de lo que hubiera sido la traducción literal.
- Rebelión en la granja recibió en el año 1996 un premio póstumo con respecto a la muerte de su autor. Nos estamos refiriendo al Premio Hugo de Literatura Fantástica.
- Se ha adaptado en varias ocasiones al cine y entre estas destacan una película de dibujos animados, que logró un gran éxito, y otra que se realizó en el año 1999 con animales reales, dirigida por John Stephenson.
- C.S. Lewis, autor de Las crónicas de Narnia, escribió que “La gran frase, ‘Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros’, muerde más hondo que todo 1984”. Margaret Atwood (autora de El cuento de la criada), que leyó por primera vez Rebelión en la granja cuando tenía 9 años, escribió en una columna para el Toronto Star en 1993 que “me traumatizó muy pronto la muerte de ese pobre caballo en Rebelión en la granja de Orwell, que pensé que iba a ser (…) como Peter Rabbit”.
- Durante períodos de los años 30 y 40, Orwell y su primera esposa vivieron en una casa de campo. En 1999, el historiador Brian Edwards señaló la cercana granja de Bury como la inspiración más probable para Rebelión en la granja. Sus graneros, estanque, colina y huerto se parecen mucho a los del libro.
- De 1952 a 1957, la operación “Aedinosaurio” de la CIA lanzó globos desde Alemania Occidental que dejaban caer copias de Rebelión en la granja en países como Polonia y Checoslovaquia. La CIA también financió la película homónima de dibujos animados de 1954.
- Más allá de la Unión Soviética, el libro también ha sido censurado en diversas ocasiones en países como Corea del Norte, Emiratos Árabes Unidos, países de África y otros que incluso llegaron a prender fuego a los ejemplares. En Malawi, el ministro del gobierno Albert Muwalo fue acusado de traición y ahorcado en 1977; una supuesta prueba era que poseía Rebelión en la granja. Y en 1991, el gobierno de Kenia prohibió también una obra de teatro en lengua swahili basada en la obra, en la que se atacaba la corrupción.
- En 1988, cuando la política de glasnost de Mijaíl Gorbachov liberalizó la URSS, una revista letona publicó Rebelión en la granja en cuatro entregas. Un periódico gubernamental ruso publicó un extracto ese mismo año, diciendo: “Es bueno que la prosa de este gran escritor inglés llegue a nuestros lectores, aunque tarde”.
- Snowball’s Chance, de John Reed (2002), imagina provocativamente al rival de Napoleón, Bola de Nieve, regresando a la granja y estableciendo un sistema capitalista; mientras que el libro de Jon Zagrodsky, The Rats Are in the Cheese (Las ratas están en el queso), de 2007, imagina a un erizo liderando la reforma fiscal.
- El vídeo musical de Coldplay Trouble in Town de 2020 muestra a un vagabundo con una máscara de ciervo leyendo Rebelión en la granja. Piggies, que George Harrison escribió para el Álbum Blanco de los Beatles de 1968, está parcialmente inspirada en la novela de Orwell. El álbum Animals de Pink Floyd de 1977, en cuya portada aparece un cerdo volador, también se basa vagamente en el libro.
- Al escribir Rebelión en la granja, Orwell combina géneros literarios. Por un lado, incorpora elementos de las fábulas morales, evocando a autores como Esopo, y por otro, ofrece una sátira política incisiva.
Sobre el autor
Nacido en la India en 1903, Erick Arthur Blair, mejor conocido como George Orwell, fue un novelista, crítico y periodista que basó su trabajo en experiencias propias, pues desempeñó diversos empleos en un período de intermitencias, lo que le permitió conocer de cerca las condiciones de vida de los trabajadores de Londres y París.
Sus obras se caracterizaron por la crítica social, la oposición al totalitarismo y el apoyo al socialismo democrático. Aunque sus padres poseían una buena posición económica, a sus dos años, junto a su hermana mayor y su madre, se trasladaron a Inglaterra.
De su primera etapa escolar nunca escribió, aunque puede asumirse que era buen estudiante pues obtuvo una carta de recomendación del director de dicha escuela, para entrar a una de las preparatorias más prestigiosas en ese momento.
Al terminar, y por no tener forma de ingresar a la universidad, se uniría a la Policía Imperial India en Birmania. Tras dos años la abandonó, no sin antes desarrollar un profundo odio al imperialismo que reflejó en su primera novela: Los días de Birmania.
A partir de este momento su vida se tornó un tanto inestable hasta terminar combatiendo en la Guerra Civil española. Orwell murió en Londres a la edad de 46 años, a causa de tuberculosis, enfermedad que había contraído durante el período que describe en Sin blanca en París y Londres. Pasó los últimos tres años de su vida entre hospitales hasta que finalmente falleció el 21 de enero de 1950. (Por: María Karla Pérez Romo y Odalis María Sosa Dencause)
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Hablar hoy de George Orwell y de su obra más conocida «Rebelión en la granja» en nuestro contexto parece algo sencillo, banal e inconsecuente. Sin embargo, en los ´80, fue uno de los libros considerados parte del arsenal del diversionismo ideológico y practicamente prohibido en nuestro país. En aquellos momentos (aunque siempre estuvieron presentes nuestras ideas críticas sobre Stalin y el estalinismo) ese hecho tuvo su base en nuestra concepcíón de solidaridad con la URSS y el campo socialista, y continuaba siendo utilizado el libro como documento anticomunista. Como se refleja en el artículo, de 1952 a 1957, la operación “Aedinosaurio” de la CIA lanzó globos desde Alemania Occidental que dejaban caer copias de Rebelión en la granja en países como Polonia y Checoslovaquia. La CIA también financió la película homónima de dibujos animados de 1954, y, desde mucho antes y sobre todo promulgado por el aparato de difusión anticomunista, se había difundido la idea de identificar a la granja como el régimen soviético del momento y a sus animales protagonistas, con Stalin y otros dirigentes. Paradojas de la vida, otro gran libro de Orwell, 1984, también de poca difusión entre nosotros, describe una sociedad, futura para la época del escritor, donde se vigila cada acto del individuo restringiendo sus libertades, y hoy, sobre todo después del ataque a las Torres Gemelas, la hipervigilancia y el control informático sobre la vida de cada ciudadano en USA hace que palidezcan los eventos descritos por este autor. De hecho, hoy 1984 es mal visto por estas sociedades «democráticas».