El municipio de Los Arabos, con 760 kilómetros cuadrados y alrededor de 27 000 habitantes, tiene sus antecedentes en el siglo XVII, cuando existían dos hatos, “Las Guásimas” y “Potrerillo de Álvarez” y dos corrales “Los Ciegos” y “Macagua”, en el mismo centro de la zona. La industria azucarera avanzó a finales del siglo XVIII. El primer trapiche conocido en la zona, fue el de “Palmillas”, en 1784.
Entre 1818 y 1839 se produjo la primera fase de esplendor económico en Matanzas, que alcanzó también a la fértil llanura de Colón, aumentaron las plantaciones de la caña de azúcar, hasta formar una rica zona cañera, dentro de la cual se destacó “La Macagua”; surgieron núcleos poblacionales como Palmillas y San Pedro de Mayabón.
En 1852 se construyó la vía férrea hacia la zona oriental de la ciudad de Colón, que llegó hasta un paradero boscoso cerca del poblado “La Macagua”, el principal en la extensa zona agropecuaria, donde abundaban los arabos, árboles de madera dura, muy apreciada para la elaboración de horcones y otras piezas para las edificaciones de la época.
La estación terminal de Los Arabos marcó el sitio fundacional y fue premisa para el auge económico-social, el desarrollo urbanístico y el asentamiento de negocios y pobladores en los alrededores del paradero ferroviario que recibió por ello el referido nombre. A partir de entonces, hasta hoy, la producción azucarera es el renglón económico fundamental del territorio, asiento del central “Mario Muñoz Monroy.”
La Macagua siguió siendo la cabecera territorial y el 1 de septiembre de 1879 obtuvo el rango de término municipal, segregado de Colón. Durante la Guerra de los Diez Años, los colonialistas españoles cometieron numerosos crímenes contra la población de la zona, para atemorizarla y poder mantener su dominio e impedir la rebeldía de sus pobladores.
En la vieja Macagua se encuentra el Mausoleo que guarda los restos del Coronel del Ejército Libertador, Clotilde García Morejón, joven mambí de 24 años, hoy patriota insigne del territorio, quien, en la contienda de 1895, comandó tropas integradas por luchadores en su mayoría de la zona, que combatieron con el machete y la tea incendiaria al poder colonial español.
Concluida la guerra de independencia, “La Macagua”, que en 1862 llegó a tener más de 20 ingenios azucareros, quedó devastada y casi deshabitada; muchos habitantes se trasladaron hacia el pueblo de Los Arabos en 1898, considerándose el 22 de junio como la fecha fundacional; no obstante fue en la República Neocolonial, el 24 de febrero de 1927, cuando el gobierno local se asentó allí. Se constituyó oficialmente el término municipal y se le anexaron los barrios de Macagua, Monte Alto y San Pedro de Mayabón. Para los arabenses, La Macagua, que hoy nombran solo Macagua, además de su historia en la fundación del municipio, es un lugar de tradiciones y recuerdos; el cementerio local se encuentra a la entrada de ese poblado.
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Valiosos hijos de este territorio cayeron en el camino hacia la victoria de la Revolución; en 1932 fueron asesinados los hermanos Narciso, José y Ramón Álvarez, hijos del “Gallego Álvarez” que se habían alzado contra el gobierno del dictador Gerardo Machado; José María Duarte Oquendo, destacado revolucionario, perteneciente al Partido Ortodoxo, cuando transportaba armas y municiones para el Destacamento guerrillero “Mario Muñoz”, que operaba en la zona de Motembo, actual municipio de Corralillo en la provincia de Villa Clara fue sorprendido por la policía y asesinado el 11 de abril de 1958; y Gregorio Carine Rivero, el 24 de octubre de 1958.
En la lucha frente a los alzados contra la Revolución cayeron Pedrito Morejón Quintana en 1961 y Jesús Mondéjar Chávez en 1962; en los combates de Playa Girón en abril de 1961 ofrendó su vida Sofiel Riverón López-
Con el triunfo del 1 de enero de 1959, en Los Arabos la obra social de la Revolución trajo la dignidad, los derechos a la educación, la salud pública, el empleo, la seguridad y asistencia social; a tener una vivienda decorosa; el acceso a la cultura, el arte, la ciencia y el deporte; se suprimió legalmente la discriminación racial, social y por sexo, la explotación, el trabajo de los niños; se hicieron realidad los anhelos de generaciones de pobladores que antes de 1959 soñaron con esas conquistas.
El otrora olvidado pueblito de Los Arabos, y el amplio territorio rural que lo circundaba, dejó atrás la pobreza, el hambre, el tiempo muerto, el analfabetismo, la insalubridad, las enfermedades, la falta de electricidad y el sufrimiento; con el nuevo acueducto se dejó de escuchar el famoso pregón “A tres quilo el cubo, la tinaja a medio, Aguador“; desmanteló los pilares de la injusticia y la desigualdad social.
El noble, humilde y laborioso pueblo arabense conquistó las aspiraciones de igualdad y justicia social. Hoy, 95 años después de fundado el municipio, trabaja para continuar el desarrollo de la localidad y para defender “la justicia social conquistada”, y batalla por alcanzar “toda la justicia».
Autor: Dr. C José Luis Cañizares Cárdenas
Presidente de la Sociedad de Filosofía en Matanzas
