En Matanceriles, sección del periódico Girón, a cargo del desaparecido periodista y amigo Celestino García Franco, el 15 de octubre de 1989, se abordaba el tema del logotipo empleado. Se trataba de un Melocactus matanzanus, diseñado por José Luis Barroso a partir de un ejemplar donado por Mariano de la Red.
Se justificaba su elección por ser “la especie vegetal más genuinamente matanceril”. Con los años, en enero de 2002, el espinoso espécimen era seleccionado como símbolo natural de la ciudad de Matanzas, por la Asamblea de Gobierno municipal.
El Melocactus matanzanus, descrito en 1934 por el hermano León, es un endémico local en peligro critico de extinción, restringido al cuabal de las Tres Ceibas de Clavellinas, en el Valle de Yumurí. Del bello “erizo” globoso, con cefalio rojo como corona, en el citado año 2002 se contabilizaban cinco colonias con más de 2 000 ejemplares.
En la actualidad, es protegida por la Empresa de Flora y Fauna ante afectaciones microbiológicas, incendios y la acción antrópica. (Adrián Álvarez Chávez)
