La vida de un hombre entregada a la psicología deportiva

La vida de un hombre entregada a la psicología deportiva

Cuando un atleta logra grandes resultados, muchas personas piensan que el éxito se debe únicamente a sus entrenadores y a su dedicación. Sin embargo, a menudo se pasa por alto un factor fundamental: la psicología deportiva. 

Para alcanzar metas ambiciosas, los deportistas enfrentan numerosos obstáculos, incluyendo momentos en los que consideran abandonar la práctica. En esos instantes cruciales, el trabajo de los especialistas en salud mental es esencial, brindando la motivación y el apoyo necesarios para que los atletas puedan seguir adelante.

En este contexto, conocemos la historia de Yanniel Pupo Martín, un psicólogo con más de 15 años de experiencia en la rama deportiva. Desde 2008 dedica la vida a acompañar a deportistas en sus procesos mentales y emocionales. 

Su trayectoria comenzó en el Centro Provincial de Medicina del Deporte de Matanzas, donde atendió al equipo de béisbol de los yumurinos, cumpliendo el servicio social.

Durante seis años, formó parte de ese elenco, hasta que una misión en Venezuela le permitió ampliar su labor en la universidad de Francisco Miranda. Al regreso, es invitado a integrarse al equipo de voleibol Guerreros de Matanzas, con quienes alcanzó el subcampeonato en un torneo destacado. 

La vida de un hombre entregada a la psicología deportiva

Posteriormente, su trabajo fue clave en el grupo nacional de clavados, demostrando la importancia de estos profesionales en diferentes disciplinas deportivas.

Uno de los momentos más emotivos en su carrera resultó su reincorporación a los Cocodrilos de Matanzas, de la mano del entrenador Armando Ferrer. La temporada a cargo del equipo de la Atenas de Cuba quedó marcada en la memoria de Yanniel,  especialmente por el campeonato obtenido. “Fue una experiencia que me marcó muchísimo; tuvimos muchas anécdotas, mucha entrega, cohesión grupal y un compromiso profundo con nuestra afición”, comenta el psicoanalista.

 También comparte su visión sobre la relación con los deportistas y la dirección técnica. Prefiere no centrarse en las críticas, sino en entender por qué ciertos parámetros no se lograron cumplir. “La crítica es un punto de vista muy fácil; construir un resultado es algo bastante difícil, que requiere limar muchas asperezas”, afirma.

A lo largo de su carrera, se le presentó la oportunidad de trabajar con destacados jugadores como Yoel Suárez, Yoenni Yera y Yurisbel Gracial. Sin embargo, uno de los vínculos más cercano es con Eduardo Blanco, quien compartió roles desde sus inicios en el béisbol: primero lanzador, luego  bateador, y él de psicólogo. “Hemos tenido momentos emocionantes que no se olvidan, y ahora estamos listos para participar en la 64 Serie Nacional, cada uno en su respectivo puesto” declara con entusiasmo.

Especializado en béisbol y con un máster en ciencias, considera que un psicoanalista deportivo debe conocer a fondo el deporte en el que trabaja. Su pasión por la investigación le valió premios de la Academia de Ciencias, y la labor le permitió viajar a varios países como Rusia donde estuvo en Moscú, Kazan y San Petersburgo, de igual forma viajó a Croacia a  eventos científicos sobre la psicología,  de América aparte  de la nación Bolivariana, estuvo en Colombia y recientemente le llegó una invitación a Paraguay de la directora del comité olímpico en dicho territorio, con el propósito de impartir conferencias, siempre en busca de aprender y mejorar en su profesión.

Respecto a la preparación de los saurio desde su función, expresó que marcha muy favorable, ya que todos los parámetros del juego se van cumpliendo. «Existe un gran compromiso de los peloteros junto con los entrenadores con nuestra provincia, nos encontramos en un momento de preparación general dónde hay una serie de componentes psicológico que llevamos a cabo, la atención, distribución de esta, cohesión grupal, cualidades evolutivo entre otros, estoy satisfecho del desarrollo y los diferentes controles que realizamos en este trayecto» concluyó.

Finalmente, agradece el apoyo incondicional de la afición, que considera fundamental para el rendimiento de los deportistas y el equipo en general. “Sin el ánimo de los espectadores, es imposible mejorar”, concluye con una sonrisa amigable. (Por: Diego Riera, estudiante de Periodismo)

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