Irán: Se abrió la Caja de Pandora

Se abrió la Caja de Pandora

Aun cuando a través de su vocera Caroline Leavitt había anunciado públicamente que se tomaría dos semanas para decidir si intervendría militarmente en el conflicto israelo-iraní, este 22 de junio de 2025, alrededor de las 2.30 AM hora local de Irán, el presidente Donald Trump decidió un ataque ilegal y artero contra instalaciones de investigación científica nuclear de uso civil y pacífico, vulnerando incluso la propia jurisprudencia del Consejo de Seguridad del que Estados Unidos es miembro permanente.

En lo que se dio en llamar Operación «Midnight Hammer», siete bombarderos furtivos Northrop B-2A de la USAF que despegaron desde Whiteman (Missouri), penetraron el espacio aéreo iraní y lanzaron singulares y devastadoras bombas GBU-57A/B Massive Ordnance Penetrator (MOP) de 14000 kilogramos 1, específicamente, contra el centro subterráneo de enriquecimiento de uranio Fordow, mientras que misiles de crucero Tomahawk lanzados desde submarinos ubicados en el Mar Arábigo alcanzaron las instalaciones de Natanz e Isfahán.

El mensaje con la fatídica noticia del ataque ilegal y arbitrario contra Irán.

Con su estilo divagado, Trump aseguró vía Truth:

Hemos completado nuestro exitoso ataque a tres sitios nucleares en Irán, incluyendo Fordow, Natanz e Isfahán. Todos los aviones están ahora fuera del espacio aéreo iraní. Una carga completa de BOMBAS fue lanzada en el sitio principal, Fordow. Todos los aviones están a salvo en su camino a casa. Felicitaciones a nuestros grandes Guerreros Estadounidenses. No hay otras Fuerzas Armadas en el mundo que podrían haber hecho esto. HA LLEGADO LA HORA DE LA PAZ. Gracias por su atención en ese tema.

El oxímoron delirante de bombardear para que llegue la paz probablemente esté en los artificiosos justificativos de Trump, pues ignora el hecho de que Irán es una nación atacada artera e ilegalmente por el aliado israelí, con armamento provisto por los Estados Unidos, con muy probable planificación y coordinación conjunta, sin ninguna prueba de que Irán haya vulnerado el TNP, y en simultáneo con negociaciones abiertas y en desarrollo.

Ahora, como para poner una fresa en el postre, se corona las acciones aventuradas israelíes, fuera de toda norma del Derecho Internacional (que sí le asiste a Irán al emplear legítima defensa), con el ataque estadounidense sobre instalaciones nucleares de uso civil.

En el artículo anterior ¡escrito ayer! de nombre «Ni cláusulas leoninas ni rendición incondicional: Irán (aún) resiste» aseguraba que tras la devastación realizada por Estados Unidos a Irak en 2003 —cuya antesala ocurrió en 1990/1991—, con la misma impresentable excusa propiciatoria de las «armas de destrucción masiva», dos países que estaban en la lista imperialista catalogados como «Eje del Mal» —me refiero a Irán y Corea del Norte—, tomaron disímiles estrategias de contención.

Mientras Corea del Norte se decantó directamente por la salida del TNP y la nuclearización con fines militares, consiguiendo ya para 2006 sus primeras ojivas; Irán, que tiene otras características nacionales, —esto es, una burguesía transnacional—, y vende un monocultivo (el petróleo) en el marco de la OPEP con destino a los países occidentales, decidió adoptar una defensa articulada en misiles balísticos, la posibilidad del cierre del Estrecho de Ormuz y una serie de aliados paraestatales en las cercanías de sus enemigos (Israel y Arabia Saudita, fundamentalmente), como para crear una retaguardia estratégica.

Irán renegó en todo momento de la fabricación de artefactos nucleares aunque se reservó el derecho “a la posibilidad” tanto como herramienta de negociación como de contingencia práctica.

Sin embargo, a los hechos me remito: la respuesta norcoreana parece haber sido la efectiva, mientras que la formulación persa pecó de ingenuidad.

Irán siempre creyó que existían puntos de acuerdo, y que las negociaciones llegarían a buen puerto. Resistió embates como los golpes suaves de 2009 y 2022, sabotajes de todo tipo, levantamientos kurdos y baluchis (inspirados por Israel), asesinatos selectivos y acusaciones de terrorismo internacional, utilizando, por ejemplo, el atentado a la AMIA en Buenos Aires, en 1994, aun cuando no existen pruebas definitorias del involucramiento iraní.

Tan grande ha sido la difamación mediática contra Irán, que muchos aseguran que los iraníes son “terroristas” pero no podrían señalar ni siquiera un caso concreto y probado de terrorismo internacional inspirado, digitado y reivindicado por Teherán, en Occidente. Sin embargo, allí está el sambenito, que de tanto repetirse con dedo acusador se ha convertido en posverdad.

En el artículo anterior señalé también:

Digámoslo claro: Trump se está absteniendo de atacar a Irán. La cuenta regresiva es una forma muy comprometida de librarse del acoso del lobby israelí, del Beltway y los straussianos, con el repiqueteo incesante de sus medios de comunicación y el Congreso, y de reafirmarse en MAGACuánto tiempo puede sostener esta posición es un misterio, máxime, sabiendo los asesores cercanos con noticias falsas, el fraude tóxico de quienes quieren convencerlo y la flotante cuota de amenaza contra su cargo o su vida (de no acceder).

Personajes como Tucker Carlson 2, Marjorie Taylor Greene y Steve Bannon intentaron contribuir a la moderación y al efecto contraproducente que traería apoyar incondicionalmente a Israel en su afán exterminador. Incluso la directora de la CIA, Tulsi Gabbard, esa misma que puso Trump para evitar que el Deep State le diera (como en 2019) un golpe suave, señaló en marzo ante el Senado que “Irán no está construyendo un arma nuclear y … el Líder Supremo Jameneí no ha autorizado el programa de armas nucleares que se suspendió en 2003…

La Directora de la Inteligencia Nacional, responsable de 18 agencias de inteligencia estadounidenses, Tulsi Gabbard, cuando en marzo de 2025 aseguraba aquello que toda la comunidad de Inteligencia conoce con certeza: que Irán no tiene armas nucleares ni las está buscando. Sin embargo, en junio, dijo exactamente lo contrario para adecuarlo al relato culpabilizador de Israel. ¿Qué presión/extorsión tan grande tuvo que haber en el medio para semejante cambio de actitud?

En junio, no obstante, Gabbard cambió el discurso ante la reprimenda de Trump, que insolentemente le dijo que “está equivocada”.

El presidente estadounidense descalificando a su propia fuente de Inteligencia nacional, sumándose, en cambio, al infundado relato de Israel.

Lo mismo puede decir del inclasificable director general de la OIEA, el argentino Rafael Grossi, quien en principio negó que Irán estuviera tras el arma atómica, pero luego sugirió que era posible (y permitió los tristemente célebres informes destilando suspicacias).

En definitiva, muchos adeptos al «America First» que soñaron con un Estados Unidos autárquico y que veían en Trump y su discurso electoral un síntoma de independencia política y resurgimiento nacional, hoy empiezan a verlo como un títere israelí, un vasallo de Netanyahu.

Otros representantes del Sistema, como los neoconservadores straussianos enquistados tanto en el Partido Republicano como en el Partido Demócrata, en los medios y las universidades, que se exasperaban por la aplicación de una respuesta dura contra Irán, están de parabienes. Para ellos, ahora Trump ha demostrado fortaleza y ser un firme aliado incondicional del «Bien» y la «Civilización» (o sea, de la cúpula sionista israelí). O como dice Yair Netanyahu, hijo de Benyamin, el «más grande presidente estadounidense de la historia moderna»

Algunos todavía creen que Trump está pergeñando un engaño: que ha arrojado algunas bombas por aquí y por allá, algunos inocentes misiles, solamente para acallar la presión del Congreso y la ZioMedia, y mantener contento a Netanyahu. Esto es un pensamiento naïf. No está considerando la reacción iraní, para quienes la guerra ahora ha comenzado en serio, y está subestimando la inteligencia de los sionistas, que dominan el Estado Profundo Internacional, incluso, varias agencias de inteligencia, y tienen aliados insospechados.

Pensar que Trump está engañando a Israel, al Estado Profundo y a los miserables europeos que secundan a Tel Aviv (como Reino Unido y Alemania), bombardeando intensa e ilegalmente Irán en el peor momento israelí, creyendo además que Irán va a contestar con palmadas en la espalda, es como creer en que no estás siendo robado sino interceptado por un “inspector de billeteras”.

Con estilo sobrador, el presidente estadounidense Donald Trump (secundado por su vice JD Vance, el secretario de Estado, Marco Rubio y el secretario de Defensa, Peter Hegseth) corrobora los ataques sobre Fordow, Natanz e Isfahán y amenaza al gobierno iraní con más ataques mucho mayores si no acuden prácticamente con la rendición bajo el brazo.

Aquí no hay “calibración medida” del uso de la fuerza o un riesgo calculado para llamar a la reflexión: estamos siendo testigos de la apertura de la Caja de Pandora.

Repercusiones

Según encuestas realizadas, apenas una quinta parte de los partidarios de Trump apoyaba un ataque estadounidense contra Irán. Pero Trump desconoció este hecho flagrantemente y prefirió tranquilizar (como si eso fuera posible) la sed de sangre de los neoconservadores, mientras negaba las opiniones —algunas muy calificadas como la de Tulsi Gabbard—, con descalificaciones. Y todo ello lo ha hecho mientras engañaba al público diciendo que se había tomado un cuarto intermedio para reflexionar sobre su decisión final.

Hasta ayer nomás Trump sostenía que “puede que lo haga, puede que lo haga de otra manera”. Es la misma persona que envió una carta al Líder Supremo para entablar negociaciones serias —que fueron aceptadas por Teherán a regañadientes—, pero que de manera sorpresiva y criminal clava una daga por la espalda.

Así las cosas, Trump aparece, como mínimo, como un “interlocutor poco serio”: su base electoral se siente defraudada, su perfil de pacificador (donde se quiso posicionar) acaba de ser tirado por la borda y los neocons ahora lo aplauden de pie, diciendo que “no es débil” y que “hizo lo que tenía que hacer”, aun cuando siempre será un pelele para ellos, nunca un líder como Netanyahu, al que le rindieron tributo de pie en el Congreso.

El meme (de los más suaves que encontré) sugiere en tono satírico que Trump, a pesar de su lema nacionalista «America First», prioriza aún más los intereses de Israel (Firstest es una palabra inventada que exagera el «first» en tono irónico, sería algo así como «primerísimo»). En el seno del trumpismo se empieza a ver a su líder como una marioneta al servicio de Netanyahu.

Este ataque no solamente horada la credibilidad del presidente Trump puertas adentro, algo que no sería tan grave después de todo.

Primero y principal, degrada la situación en Medio Oriente y la empuja hacia una guerra regional con posibilidad de extenderse globalmente. Esto es sumamente preocupante, porque es evidente que Irán no puede quedarse de brazos cruzados, viendo simplemente como humillan y mancillan su honor nacional, simplemente, por ser el objetivo civilizatorio de Tel Aviv. Ya volveré sobre este punto.

El otro aspecto importante es la repotenciación del infame «orden basado en reglas» con que Occidente Colectivo decide lo que se le viene a la gana, caprichosamente, utilizando los métodos y argumentos ilegales que tiene en su inventario, simplemente para seguir aplicando «la regla del más fuerte». Impunidad y fuerza bruta como única vía para destruir negociaciones y diplomacia, hacen que el resto de la comunidad internacional se replantee una vez más qué tipo de garantías pueden dar los países occidentales con conductas tan salvajes y criminales. y qué posibilidades existen para interactuar con ellos que no sea el lenguaje de la disuasión (nuclear) y la guerra (apocalíptica).

Las acciones consensuadas (ya a estas alturas no es necesario subrayarlo) entre Estados Unidos e Israel son a todas vistas una zancadilla a la seguridad regional, y una vez más, nos hace preguntar seriamente sobre el rol del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y su papel en la arquitectura de la gobernabilidad global.

Como tercer punto, es importante señalar que estos bombardeos preventivos sobre instalaciones comprobadamente utilizadas para fines civiles, en momentos en que una de las partes (EE.UU.) encaraba negociaciones bilaterales, destrozan el Tratado de No Proliferación Nuclear y al organismo verificador OIEA que emana de él, quitándole tanto su marco igualitario (TNP) como su cometido imparcial (OIEA).

Cualquier país podría preguntarse genuinamente cuál es el beneficio de vincularse y ampararse bajo dicho tratado si de todas maneras cualquier otra potencia nuclear podría buscar argumentos falaces para bombardear instalaciones de uso civil e investigación científica a fin de evitar el desarrollo tecnológico de un país en vía de superación.

Como señalamiento final, aunque no menos importante, muchas naciones se podrían verse tentadas a formar bloques de defensa mutua ante un Occidente Colectivo que se desentiende cínicamente de sus propios compromisos firmados —como cuando Trump se salió en 2018 del Acuerdo Nuclear con Irán, cuya consecuencia vemos ahora—, y que luego “resuelve” manu militari tras imponer sanciones asfixiantes y demonizar con carátulas descalificantes al “objetivo de destrucción”.

Como yapa, un asunto no menor: el tenor moral. Salir en defensa de un gobernante acusado de genocidio por la Corte Penal Internacional, que evidentemente ha autorizado un acto ilegal e irresponsable que tranquilamente podría desatar una Tercera Guerra Mundial, que parece no entender ninguna otra posibilidad de entendimiento más que la preeminencia de la pólvora, y que viene insistiendo en la aniquilación de Irán desde larguísima data utilizando cínicamente la argucia de la exterminación propia y el odio interreligioso, hace que te conviertas en un criminal de idéntica calaña.

Según dichos de Netanyahu «la paz nace de la fuerza», convencimiento que parece compartir con Donald Trump. Este es el paradigma occidental de hegemonismo imperial: la supremacía entendida como dominio y sumisión de otros pueblos.

La respuesta iraní se espera

La imbecilidad cometida por Trump, generando un ambiente turbio a nivel internacional, de extrema desconfianza, marcado por la imposibilidad de acuerdos respetables, acelerará el deterioro del orden multilateral y profundizará las fracturas geopolíticas ya existentes, dejándolo más a la merced del caos y la confrontación.

Es cierto que esta característica de Occidente no surgió de golpe y porrazo con la acción bélica de Trump, pero su carácter recurrente y repetitivo hace que, sin duda, la desconfianza se acentúe aún más en los años venideros.

Quien crea que Irán no reaccionará con su remanente de poder, no entiende el carácter de los persas ni la entrañas de la Revolución Islámica.

La última vez que Trump y Estados Unidos atacaron a un hijo pródigo de Irán, el 3 de enero de 2020, asesinando al virtuoso general Qassem Soleimani, Teherán respondió enviando misiles contra la base estadounidense en territorio iraquí de Ayn Al-Asad, causando unas 300 bajas entre el personal allí afectado, hecho que por lo vergonzoso fue mantenido en secreto por la MassMedia.

Esto significa que todas las bases militares estadounidenses que rodean Irán podría convertirse súbitamente en objetivos de los misiles persas. Irán respondería así en legítima defensa —amparado por el Derecho Internacional—, ante el agresor ilegal estadounidense. Considérese que existen más de 40.000 soldados desplegados en esas bases.

Un primer objetivo podría ser la base aérea de Al-Udeid, en Qatar, que usualmente alberga bombarderos B-52H y B-1B, y es el principal centro de operaciones aéreas del Comando Central (CENTCOM). Otro potencial objetivo podría ser la base naval de Manama, sede de la 5ª Flota de la U.S. Navy.

Una hilera de transporte pesados Boeing C-17A Globemaster III de la USAF alineados en la base aérea de Al-Udeid, situada en Doha, Qatar.

La base naval de Manama, en Bahréin.

En Kuwait, Estados Unidos posee las base terrestre de Camp Arifjan y la base aérea de Ali Al-Salem; mientras que Arabia Saudita da cobijo a la base aérea Prince Sultan, y Emiratos Árabes Unidos a la base aérea de Al-Dhafra. Irak, país ocupado parcialmente por Estados Unidos desde 2023, posee las bases de Ain al-Assad y Erbil.

Claramente, esto podría ser una decisión polémica, en tanto y en cuanto ningún ataque estadounidense partió desde esos países árabes. Muchos árabes verían un ataque contra esas bases-de-ocupación como vulneraciones a su soberanía, y toda esa explícita cobardía que tienen para enfrentar a Israel mientras comete genocidio contra el pueblo hermano de Palestina, de golpe se convertiría en una gallarda coalición anti-persa.

Lo más probable, pues ya ocurrió en 2020, es que sean batidas las bases en territorio iraquí, atento a que este país tiene unas fuerzas armadas menos proclives a entrar en conflicto con Irán (el tiempo lo cura todo) e Irán ejerce notable influencia en muchos cuadros políticos y milicias armadas (como Kataeb Hezbolá).

Otra carta anunciada es el bloqueo del Estrecho de Ormuz, situación prevista que ya ha sido aprobada por el Parlamento iraní en estas horas.

A sabiendas que esa iba a ser una respuesta previsible, se sabe que antes del bombardeo de los B-2A, los israelíes y/o los estadounidenses atacaron la principal instalación naval de Irán en el Golfo Pérsico, en Bandar Abbas. Es evidente que ambos países esperaban reducir así las opciones de respuesta de Irán a los ataques en curso, con lo cual no se sabe a ciencia cierta la operatividad de la flota persa para llevar a cabo la misión.

Patrulleras misilísticas clase «La Combattante II» (conocidas en Irán como clase «Kaman») de las que Irán adquirió 12 ejemplares a Francia entre 1977 y 1978, pero de las que quedan operativas 10 unidades. La P224 Paykan fue hundida en 1980 en un combate naval contra la Armada Iraquí, luego de recibir dos misiles antibuque P-15 Termit, mientras que la P225 Joshan fue hundida al encajar un misil antibuque Harpoon lanzado por la fragata estadounidense [Clase «Oliver Hazzard Perry»] FFG-56 USS Simpson durante la Operación Praying Mantis, en 1988. Estas patrulleras oceánicas son muy reconocidas por su velocidad, autonomía y misiles antibuque de origen chino YJ-83.

Debe tenerse en cuenta que los bloqueos de Ormuz fueron también ensayados por Irán con las armadas de Rusia y China. Al respecto, es importante acotar que Irán forma, estratégicamente, un triángulo terrestre euroasiático que confronta con la talasocracia anglosajona.

Hasta ahora, rusos y chinos no han intervenido en absoluto en la campaña israelí contra Irán. ¿Podría cambiar esta pasividad con el ingreso de Estados Unidos en la ecuación? Si no es así… ¿Qué ventaja implicaría para un país alinearse o emparentarse con Rusia o China si la mayor de las veces ven los combates por televisión o solo se dignan a hacer declaraciones altisonantes en pos de la paz? Eso lo veremos en breve, pues el canciller iraní Abbas Araghchi se encuentra actualmente en Moscú.

Antes de salir, declaró:

Estados Unidos, un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha cometido una grave violación de la Carta de la ONU, del derecho internacional y del Tratado de No Proliferación al atacar las instalaciones nucleares pacíficas de Irán. Los eventos de esta mañana son indignantes y tendrán consecuencias duraderas. Cada uno de los miembros de la ONU debe estar alarmado por este comportamiento extremadamente peligroso, fuera de la ley y criminal. De acuerdo con la Carta de la ONU y sus disposiciones que permiten una respuesta legítima en legítima defensa, Irán reserva todas las opciones para defender su soberanía, intereses y pueblo.

El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi voló raudamente a Moscú para entrevistarse con el presidente Vladimir Putin. El persa subrayó la asociación estratégica que tienen con Rusia, la comunicación fluida que tienen en todo momento, y sugirió el rol que espera del Kremlin (y de China) en la desactivación del conflicto a través del Consejo de Seguridad.

Rusia, de hecho, podría ver hasta con buenos ojos que Estados Unidos se implique en Medio Oriente y desatienda, fundamentalmente en cuanto a recursos de Inteligencia y misiles antiaéreos, a su ariete ucraniano.

Sin embargo, a la vez, Rusia debe mostrar “espalda”. Lo más probable es que intente forjar una mediación para un alto el fuego inminente. De hecho, Putin ya había sostenido el 19 de junio en San Petersburgo que “Rusia ha dado ciertas señales a nuestros amigos iraníes. Y, en general, es posible asegurar los intereses de Irán en el campo de la energía nuclear con fines pacíficos y, al mismo tiempo, salir a disipar las preocupaciones de Israel con respecto a su seguridad”.

A la vez, Xi Jinping declaró que “si Oriente Medio es inestable, el mundo no estará en paz. Si el conflicto se intensifica aún más, no solo las partes en conflicto sufrirán mayores pérdidas, sino que los países de la región también sufrirán mucho”. China no es un país distante en este conflicto y la destrucción de Irán no representa el vuelo de una mosca. Es el mayor socio comercial y el mayor mercado de exportación de Irán. Sin embargo, fiel a su estilo de no-intervención, por ahora, Beijing no está ofreciendo asistencia material, aunque los aumentos en el precio del petróleo podrían ser su reloj de arena.

Sin embargo, nótese que a medida que aumentaba la tensión en Medio Oriente, China realizó desde el 31 de mayo ejercicios navales con sus dos portaaviones operativos [#16 Liaoning y #17 Shandong] al este de Taiwán, aumentando el número de buques de superficie, especialmente los anfibios, y aviones de ataque, entre ellos, los bombarderos H-6D. Eso no fue nada. También desplegaron en pruebas oceánicas el primer portaaviones con catapultas electromagnéticas, el #18 Fujian, que le permitirá a la Armada China contar con aeronaves de mayor capacidad, alcance y carga útil ¿Una forma de limitar cualquier despliegue cuantitativamente importante estadounidense en Oriente Medio?

La teoría de Scott Ritter

El analista estadounidense Scott Ritter siempre es atendible, por su enorme experiencia en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y su información privilegiada, aun cuando, respecto del 7 de octubre de 2023, sostuvo que la permeabilidad israelí no era adrede y que la operación de Hamás fue efectuado en un secreto sepulcral, algo que no comparto en absoluto y que tanto la información que salió a la luz (como las advertencias egipcias) como los sucesos ulteriores desmienten.

Ahora Ritter sostiene que el ataque estadounidense fue un bluff y que si bien dañó las instalaciones, no afectó el material nuclear porque había sido retirado previamente… y que Estados Unidos lo sabía. Escuchémoslo:

El popular analista estadounidense Scott Ritter asevera que Irán retiró el uranio enriquecido de Fordow y lo diseminó en otras bases, conservando su posibilidad de llevarlo a capacidad fisible. ¿Tendremos un Irán con ojivas nucleares prontamente? ¿Es posible que esta eventualidad se le haya escapado a la inteligencia israelí?

Una abundante fila de 16 camiones en las instalaciones de Fordow, el 19 de junio, previo al ataque estadounidense. ¿Retiraron uranio enriquecido?

Y aquí cabe la pregunta conspiranoica. ¿Hubo algún tipo de arreglo ruso-estadounidense por el cual Estados Unidos conformara a Israel con un ataque fuerte pero en definitiva simbólico, que no altere el material nuclear de Irán, para que luego Rusia ingrese como mediador y evite una escalada? ¿Fue realmente una forma algo extravagante de Estados Unidos de afectar limitadamente el programa nuclear iraní para evitar afectarlo totalmente? ¿Confía Estados Unidos en que ese guiño evitará una retaliación persa sobre objetivos norteamericanos en Medio Oriente?

Todas estas preguntas serán contestadas a la brevedad, en el pasar, ya no de días, sino de horas.


  1. La bomba antibúnker Massive Ordnance Penetrator (MOP) GBU-57A/B es la más grande del mundo. Fue creada a principios de la década de 2000, cuando se supo que la potencia de las municiones existentes no era suficiente para destruir objetivos fortificados a gran profundidad. Pesa más de 13 toneladas, mide 6,2 metros de largo y tiene un diámetro de unos 80 centímetros. La bomba contiene casi 2,5 toneladas de explosivos. Los datos sobre su capacidad de penetración varían, pero se cree que puede destruir objetivos a una profundidad de hasta 60 metros bajo tierra. Debido a su enorme peso, una única bomba es transportada hasta su objetivo por un bombardero estratégico B-2A Spirit. El ataque contra Fordow es el primer uso en combate de esta munición. ↩︎
  2. En mi artículo anterior puse un extracto de su entrevista al senador evangélico sionista Ted Cruz. ↩︎

(Por Christian Cirilli/Tomado de La Visión)

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