Polémicas tras un beso

Polémicas tras un beso

Desde el mismísimo comienzo de la trama, Ramsés, un joven peluquero con una personalidad extrovertida y llena de matices, queda flechado por Damián, a quien tendrá la dura tarea de conquistar a golpe de buenas obras y demostraciones de amor incondicional y puro. Dos personajes que convencen en su histrionismo y conmueven por su generosidad, una historia bien hilvanada en la telenovela Renacer durante 80 capítulos, hasta que el guionista comete un “grave error”: ¡un beso!

Hasta hace unos años, los besos gay estaban sumamente censurados dentro de los productos televisivos, no solo de la Isla, sino del resto del mundo. Por décadas, la homosexualidad se consideró una enfermedad, y quienes cometían el “pecado” de dejarse llevar por sus sentimientos eran depravados y aberrantes. Por ello, si resultaba difícil asumir como normal a las relaciones entre iguales en el día a día, llevarlas a audiovisuales no se contemplaba como posibilidad.

Mucho ha llovido desde entonces, dentro y fuera de las paredes de este archipiélago. Tanto, que los afectos entre iguales no solo se aceptan en sociedad, sino que se normalizan en la pantalla grande, y en la chica.

A inicios de 2022, la industria televisiva de Perú estuvo en la mira por la transmisión de un beso gay en horario familiar, insertado dentro de Junta de vecinos, una exitosa serie de América Televisión. Los brasileños se arriesgaron antes. Entre mayo de 2013 y enero de 2014, se televisó Rastros de mentira, primera vez que TV Globo incluyó una muestra de cariño de ese tipo en sus contenidos.

Aunque mucho se ha ganado en cuanto a aceptación e igualdad de derechos entre las personas, sea cual sea su orientación sexual, quedan sesgos discriminatorios dispersos por todo el mundo y desde ambos lados de la pantalla.

En mayo de 2024, Televisa quedó en tela de juicio por omitir un beso gay en la telenovela Tú eres mi vida, cuando en el material se apreciaba con claridad que la escena había sido grabada, generando incomodidades en la comunidad LGBT+, quienes vieron anulados sus derechos.

En nuestra Isla, el fenómeno se observa, pero del otro lado de la pantalla, como parte de un público que se ruboriza por las osadías de ciertos productos televisivos, como la tan gustada serie Calendario o las telenovelas Viceversa y la tan controversial Renacer, esta última ha mostrado al mismo personaje en dos amoríos diferentes.

“¿Qué les diremos a nuestro niños que ven la novela?”, “¿había necesidad de llevar la escena hasta el final?”, “no estoy en contra de estas personas, quiere a unos cuantos como amigos-hermanos, pero…”, expresaron internautas totalmente alarmados por el nuevo atrevimiento.

Y no, la televisión cubana no tiene que “revisarse”. En todo caso tendrían que hacerlo los que aún sostienen pensamientos homofóbicos y discriminatorios. Si hay algo que explicar a los hijos, es que en las relaciones de pareja es imprescindible el respeto, y que la homosexualidad no constituye delito, mientras que la discriminación y la violencia sí. Un beso es solo eso: una expresión de amor. No presumamos aceptación, simplemente, aceptemos.