Foto: Ramón Pacheco Salazar
Cada castillo tiene algún que otro fantasma en su historia. Entre ellos se destaca La Dama Azul, en la fortaleza cienfueguera Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua. Cuentan que los soldados de este lugar se negaban a cubrir la guardia, pues a medianoche llegaba una enorme y rara ave, y entonces de la capilla salía el fantasma de una mujer vestida de azul.
A tales embrujos, fantasmas y aparecidos, no escapa nuestro San Severino. A finales de la década de 1990 un grupo de investigadores trabajó en el castillo. Uno de ellos observó en varias ocasiones, próxima a la celda de los condenados a muerte, a “una mujer de pelo largo vestida con una túnica blanca”. Mientras, un vecino de Pueblo Nuevo que sufrió prisión en el lugar, recuerda haber visto pasar furtivamente y entre barrotes, “a un cura con larga sotana blanca”.
Dama de blanco o sacerdote, historias y leyendas, presentimientos y misterios que al caer la noche encierra entre sus muros el más importante enclave militar colonial en tierras matanceras.
