Viajar bancarizado es casi imposible. Creo que debía dejarlo claro desde el principio del texto, para evitar confusiones. Nadie en su sano juicio saldría a la calle a moverse de un punto A a un punto B, en Matanzas, contando solo con las monedas virtuales de su tarjeta.
Esta realidad tajante difiere de la política nacional de promover el uso del pago digital en todos los aspectos de la realidad cubana; más, si sumamos el dato de que el transporte entra, junto a los alimentos, en el 80 % del gasto mensual de las familias cubanas.
Por tanto, la consabida dificultad de sacar efectivo de las sucursales bancarias provoca, entre otras consecuencias, la dificultad para trasladarse, ya sea por trabajo, una cuestión médica, para ver un familiar o, simplemente, ocio. Se trata de una situación que puede llegar a convertirse en un verdadero dolor de cabeza.
Te diría que hicieras la prueba y le sacaras el celular a un chofer de un camión de la ruta Matanzas-Jovellanos, por poner un ejemplo, y le ofrecieras el pago por transferencia; pero realmente no quiero buscarte un problema con algún transportista o, peor, con casi toda la piquera.
Aunque, si analizamos la cuestión con todos sus matices, sería incomodísimo, y permítanme el término, porque debemos reconocer que transferir dinero o recibir el pago digital en ocasiones llega a ser engorroso, sobre todo si la persona que lo ejecuta no es muy ducha en cuestiones tecnológicas o la cobertura del lugar no es la más adecuada.
¿Cuánto tardaría un chofer en cobrarle a 80 pasajeros los 300 pesos, o más, de su viaje intermunicipal? Esperar a recibir esa cifra de mensajes de confirmación debe ser una pesadilla, por lo que el mecanismo para hacer viable un viaje bancarizado, en las condiciones actuales, resulta poco objetivo, demasiado trabajoso.
¿Cómo logramos entonces que los pasajeros, tú y yo, no tengamos que “rajarnos” la cabeza pensando en la manera de conseguir ese papel moneda que nos permita trasladarnos? La solución tiene que estar en manos de las autoridades de transporte, en convenio con las instituciones bancarias, para que se logre una alternativa factible.
En lo que llega, he tenido que espaciar las visitas a mi pequeño poblado de origen para ver a mis padres, porque me toma horas sacar aunque sea mil pesos en efectivo, y en el peor de los casos eso es lo que cuesta el pasaje, contando todos los tramos hasta llegar.
En serio, no te arriesgues a moverte desde un punto A hasta un punto B, totalmente bancarizado, ya te dije, es casi imposible; no obstante, los moteros bien podrían aceptar transferencia. Y que conste que los menciono solo por citar un ejemplo… total, llevo años sin pagar uno, porque caminar, de momento, no requiere vías de pago.
Boris, coincido en todos los extremos con tu publicación, paso las mismas vicisitudes que tu para viajar en mi caso de cárdenas a matanzas para trabajar todos los días, lamentablemente en la nación se ha creado una casta social de burgueses, oligarcas y millonarios, por supuesto todos a costa del estado y del pueblo, nuestra precaria economía se encuentra aunque lo neguemos, en manos de los particulares, Mypimes, TCP e incluso algunas producciones realizan algunas empresas y UEB se venden a los particulares, para, según sus directivos, recaudar efectivos para «pagarles a su trabajadores, tu sabes», todos los años y meses publicamos leyes, decretos, circulares, reglamentos, resoluciones, instrucciones, cuantos instrumentos jurídicos se nos ocurra, pero nacen muertos, nadie las cumple, ni nadie las hace cumplir, sobre estos temas, varias veces he comentado en los diferentes medios, por gusto, no se leen o no quieren leer, de manera que las solicitudes de comentarios en las publicaciones, son letras muertas, ahora sí, te aseguro que en diciembre no habrá quien viaje, ni compre alimentos o reciba algún servicio en la manera que van los precios.