El XIII Simposio Internacional Educación y Cultura coordinado por la Universidad de Matanzas (UM), concluyó su nutrido programa que en modalidad virtual y presencial compartió experiencias coherentes con la premisa martiana: “La educación ha de ir donde va la vida”.
Elmys Escribano Hervis, presidente del comité organizador, argumentó a la Agencia Cubana de Noticias que la ciencia y la academia no pueden ir al margen del presente y el evento lo demostró al abordar, como una de sus principales temáticas, la enseñanza y el aprendizaje en el ámbito de la pandemia de COVID-19.
Una de las primeras lecciones demostradas es que el coronavirus SARS-CoV-2 nos llevó a concebir el desarrollo académico y sobre todo de la socialización, mediante el mundo de la virtualidad, y aproximadamente el 80 por ciento de los participantes en el Simposio contribuyeron al programa por esa vía, comentó.
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Desde el miércoles último funcionaron en la UM cinco comisiones y de ellas cuatro totalmente virtuales a las que aportaron delegados desde Guantánamo hasta Pinar del Río, y de naciones como España, El Salvador, Panamá, República Dominicana, México y Chile.
Resaltó el experto que también la transformación hacia una escuela inclusiva y la educación mediada por las tecnologías de la información y las comunicaciones, constituyeron igualmente temáticas frecuentes en las ponencias presentadas.
Margarita Bournigal González, profesora procedente de República Dominicana, reconoció en el Simposio un espacio útil para la superación profesional, donde abundó el conocimiento y ganó aprendizajes excelentes al intercambiar con personas muy preparadas.
Con orígenes en 1996, el Simposio Internacional Educación y Cultura sesiona cada dos años, en el 2020 se pospuso debido a la situación epidemiológica internacional; luego de la exitosa experiencia que concluyó este viernes la UM convoca al reencuentro en una nueva edición en el 2024.
