Esto es más importante que cualquier cosa que pase, esta compañía es parte de mi vida, de mi historia; expresó el maestro de titiriteros René Fernández Santana en agradecimiento a quienes asistieron este lunes a la celebración por su 80 cumpleaños en el Teatro Sauto, Monumento Nacional.
Entre los obsequios y felicitaciones que llegaron al Premio Nacional de Teatro desde diversos ámbitos, se incluyó una guayabera enviada por Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, prenda tradicional cubana entregada por Osbel Marrero, director provincial de Cultura en Matanzas.
Sobre las tablas del coloso cultural de Matanzas, las que muchas veces acogieron el arte de René desde hace más de 60 años, el artista protagonizó una tertulia donde rodeado de sus compañeros y algunos de sus discípulos, rememoró varias décadas de su vida y enfatizó en el quehacer por y para el arte.
Yo estaba en la barbería cuando recibí la noticia del Premio Nacional de Teatro, y alcanzarlo en 2007 frente a personas que admiro en todo sentido fue hermoso para mí, a pesar de la sorpresa al día siguiente seguí la marcha del teatro, porque uno no puede perderla, contó Fernández Santana.
Sobre el trabajo escénico como espacio común al que dedica la mayor parte de su tiempo, el director de Teatro Papalote comentó: “el espacio común es ir a trabajar todas las mañanas, ensayar, la rutina de montaje, así se forma el actor”.
Rubén Dario Salazar Taquechel, uno de los más destacados aprendices del maestro, resaltó que René es quien hizo un original libro de metodología de animación titiritera, fundó el evento internacional más importante de títeres que pone a Cuba ante el mundo y además, alentó la dramaturgia cubana para niños.
Ante familiares de René y algunos de sus amigos como la bailarina y coreógrafa Liliam Padrón y el diseñador escénico Zenén Calero, también a cargo de la organización de la tertulia, un coro en homenaje a Fernández Santana dio las gracias por tantos años de vida dedicados al arte.
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