Dos grupos titiriteros procedentes de Sevilla, Teatro de Las Maravillas y Búho Teatro, se encuentran en Matanzas, luego de participar en la vigésima edición del festival de teatro de La Habana, para presentar su obra El príncipe feliz este sábado 18 de noviembre a las once de la mañana en la Sala Pepe Camejo.
Ambos colectivos se funden es esta puesta en escena, adaptación de la obra homónima de Oscar Wilde, que cobra muchísima significación ante la actual situación mundial de guerras, pobreza y aumento de las desigualdades, según explicó Juan Luis Clavijo, director de Búho Teatro, en conferencia de prensa ofrecida en la Casa de la Memoria Escénica.
“Este cuento habla de eso, del poder que tienen los que dominan y cuando miran y ven el dolor en el pueblo quieren hacer algo. Nada moralista, hemos intentando mostrar con sutileza la sensibilidad, el dolor, a través de cuadros dramáticos sin mucho texto y canciones que van contando un poco. Al final terminamos en una fiesta porque, por mucho sufrimiento que haya, el ser humano siempre sale adelante y renace como el ave Fénix”.
Sobre su estancia aquí aseguró que “Cuba, su música, su teatro, su dramaturgia, son cosas que nos encantan por eso teníamos ganas de vivirlas. Queremos mostrar nuestro trabajo y que el público disfrute con él pero también a nutrirnos de su cultura”.
El Príncipe… es el tercero de los espectáculos producidos por las dos agrupaciones andaluzas que mezcla los títeres con lo más genuino de la tradición flamenca.
“En los inicios no tocábamos el flamenco porque era como algo sagrado, hay que tener mucho cuidado al usarlo porque en el momento en muestres algo sin la calidad y la dignidad mínima, no lo vuelves a exhibir nunca más. Cuando nos decidimos a trabajar con él, porque es parte de nuestra identidad, incorporamos a músicos, cantantes y bailaoras de calidad para juntos crear”.
Por esta vertiente músico-danzaria, acompaña a los actores, Carmela La Chocolata, artista jerezana transdisciplinar que hace flamenco con fusión moderna.
Por su parte, Jesualdo Díaz, al frente de Teatro de Las Maravillas, sentenció que es muy enriquecedor cuando dos directores pueden ponerse de acuerdo para crear un solo proyecto. Resulta complicado pero hay que escucharse mutuamente y saber ceder en pro de un fin colectivo.
“Ambos tenemos las mismas ideas, en nuestros espectáculos trabajamos con valores fundamentales que están desapareciendo. Actualmente avanzamos más económicamente pero, a la vez, la gente pisotea al otro, se ha perdido la tolerancia, el respeto, la amistad”.
Buho y Maravillas, dos agrupaciones nacidas en la ciudad de Sevilla durante los años ochenta, centran su trabajo en la creación de obras con un profundo contenido humanista, la exploración de las diversas técnicas de manipulación de títeres y de las posibilidades plásticas del teatro.
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