La práctica del deporte en Cuba es un hecho cotidiano. Basta acercarse en Matanzas, sobre todo en horas de la tarde, a cualquier parque con un área de alrededor de 30 o 40 metros cuadrados para observar cómo niños, adolescentes, jóvenes, y hasta ancianos, la aprovechan para ejercitar el cuerpo.
Sucede igual en todos los territorios del país y es que desde que triunfó la Revolución en 1959, entre las principales preocupaciones del Gobierno estuvo el hecho de que el pueblo reconociera la práctica de deportes como un derecho legítimo y no como privilegio de algunos.
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De esa manera comenzó a crearse toda una infraestructura encaminada a desarrollar el movimiento deportivo cubano, que tuvo como principal impulsor al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien transcurridos tan solo 28 días del enero victorioso expresó: «Venimos decididos a impulsar
el deporte a toda costa, llevarlo tan lejos como sea posible…»
Seis décadas después, la Isla exhibe un palmarés que trasciende sus fronteras, incluida la ayuda que en esta materia brinda a otras naciones que lo soliciten. Y aunque el deporte no ha estado exento de dificultades y ataques enemigos, eso lejos de amedrentarnos, nos compromete a estar cada día más preparados, elevar los conocimientos y perfeccionar las tácticas y estrategias en cada disciplina.
Hoy, 19 de noviembre, fecha en que se celebra el Día de la Cultura Física y el Deporte, para conmemorar su surgimiento en el país, podemos sentir satisfacción de los logros alcanzados en este campo y también de ser motivo de admiración para el mundo que no siempre comprende cómo una isla tan pequeñita se engrandece tanto en cada competición.