Al detectarse un severo deterioro en una vía peatonal del puente Lacret Morlot, mejor conocido como «el de Versalles», se iniciarián en el mismo urgentes reparaciones.
«La senda del este, la más cercana a la bahía, presenta visibles daños en su estructura. Por tal causa a partir de la semana que viene (tentativamente el miércoles) se clausurará dicho acceso para comenzar las labores de restauración», informó Guillermo López- Calleja Pérez, al frente de la Dirección Integral de Proyectos de la Empai Matanzas.
Recalcó, además, que no se afectaría la circulación vehicular, por lo menos en una primera etapa. Después de concluida esta primera intervención urgente se debe someter al resto del puente a un proceso de sandblasting que, al limpiar óxidos sobrantes, permitirá evaluar qué tan dañada se halla la edificación y cómo se procederá.
De todas maneras se pretende realizarle un mantenimiento que necesitaba hace un tiempo ya. Variará la extensión y profundidad de este según las anomalías que se encuentren en la exploración.
Gladys Socorro Prieto, directora de proyectos de la DIP, explicó que las causas de este desperfecto están en el embate del salitre y la falta de mantenimiento sostenido.
También argumentó que al no funcionar la línea de ferrocarril que atraviesa el puente Giratorio y el Dubrocq ( el ubicado al lado del «de Versalles»), mayor parte de la mercancía que llega al puerto se transporta por ahí, lo que aumenta considerablemente las cargas que deben aguantar esos viejos hierros.
No debemos olvidar que se trata de una estructura centenaria, construida en la colonia y, aunque reforzada más adelante, se diseñó para coches y quitrines, no para rastras y camiones.
Quizás lo más preocupante esté en que el Lacret Morlot es el único que permite el paso de automotores entre Versalles y el resto de la ciudad. Si hubiera que clausurarlo entonces Matanzas quedaría partida, literalmente, a la mitad.
