Conciliar la poesía

Conciliar la poesía durante Premio Fundación de la ciudad de Matanzas

El Premio Fundación de la Ciudad de Matanzas se inauguró el 10 de octubre, con un Concilio de las aguas dedicado a los poetas de la matanceridad y a la querida Marta Valdés, recientemente fallecida, a quien Matanzas le debe tanto, por una cancionística en la que están inmortalizadas algunas de las más hermosas revelaciones de amor por esta ciudad.

Liderado por Alfredo Zaldívar, en Concilio de las aguas participan Maylan Álvarez, Náthaly Hernández, Derbis Domínguez, Daniel Cruz Bermúdez y, desde lo musical, Olga Margarita Gallardo y Mario Guerrero. 

Los poemas y el espíritu de muchos de los poetas que le cantaron a la ciudad, que aspira y merece convertirse en Ciudad Creativa en Literatura de la Unesco, estuvieron presentes en esa hermosa noche de poesía y trova, en la Casa de las Letras Digdora Alonso, una de las homenajeadas. 

Invocado el espíritu de los que le han cantado a Matanzas, que cumplió el 12 de octubre sus 331 años de fundada, emergieron las voces de los alucinados, los fusilados, los desterrados, los esclavos, y también los seres libres, como luces, que viven en la voz, la gestualidad y la fuerza de los poetas. 

Cada lectura fue una clase magistral que recorrió parte de la historia de la fecunda literatura matancera. La ciudad vivió de muchas maneras, convertida en metáforas. La misma ciudad y a la vez otra. 

Esta es también una de las formas de llenar los vacíos de la memoria, que se pierde en los muchísimos vericuetos que la mediocridad al uso, se impone, poblando la existencia de olvidos, tergiversaciones y banalidades. 


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Oír los nombres de los poetas y poetisas que nos pertenecen como legado, escuchar sus tropos, trasladarnos a las circunstancias en que cada verso fue escrito, admirar cómo la ciudad es vista por cada sensibilidad poética, que la reinventa en su imaginario, es un acto de belleza estética, de diálogo con nuestra identidad, es vivir una experiencia estética y también ética, que nos recuerda las tertulias de nuestros antepasados, las lecturas de poemas y fragmentos de textos diversos, entre las paredes de nuestras casas. 

Concilio de las aguas es un proyecto itinerante que se alimenta del fluir de la memoria, que habita espacios que se llenan con su presencia en una energía particular, que tiene del fluir de las aguas que corren junto a nosotros, pero también de la capacidad de reinventarlo todo desde la creación artística. 

Unas veces en lugares íntimos y otras en los abiertos, los portales, los parques, las plazas, Matanzas celebró de muchas maneras su nacimiento. Con Concilio de las aguas, vivimos la esperanza y la fe en la belleza.

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Sobre el autor: Ulises Rodríguez Febles

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