Creo que fue Julio César García quien me contó sobre Big Bang Data, instalación en la que un mar de fotos impresas representa la cantidad de imágenes subidas a la plataforma Flickr en menos de 24 horas. Eso me dejó pensando: si una habitación repleta de instantáneas refleja el contenido diario de esta comunidad en línea, ¿qué quedará para Instagram, la red social más utilizada por los jóvenes a nivel mundial?
En Cuba, por ejemplo, existe un fenómeno bastante interesante en lo que respecta a los usuarios de esta plataforma. Se trata de los fotógrafos de redes sociales o fotogramers: creadores de contenido, la mayoría amateurs, que emplean Instagram como principal vía para promocionar su trabajo.
Es esta una modalidad que, a pesar de no ser exclusiva de nuestro país, alcanza en la Isla una connotación especial debido a su popularidad entre la juventud, además de por el hecho de que los fotogramers cubanos no siempre obtienen algún estímulo económico por sus labores, sino que muchos de ellos poseen una e incluso varias profesiones que de alguna u otra forma sustentan su pasión por el lente.
En este sentido, las aspiraciones de los fotogramers no suelen ir más allá del reconocimiento en la plataforma o la búsqueda de contratos y colaboraciones. No es este el caso de aquellos fotógrafos que emplean Instagram como una especie de muestra o repositorio de su obra; el trabajo de los fotogramers está volcado en su totalidad hacia esta red social. Y, ojo: este aspecto no es sinónimo de mala calidad, porque en Instagram uno puede encontrar “maravillas”, como le diría Diego a David.
Y hablando de maravillas, hoy les recomendamos los perfiles de cinco fotogramers matanceros; artistas cuyo talento y perseverancia han generado un portafolios sólido, con una comunidad que scrollea constantemente en búsqueda de alguna publicación suya.
JEAN MONCLUS (jeanmoncluss / monclus_studio)
Jean no se considera un fotógrafo, aunque las personas “digan o vean lo contrario”. La “idea de captar almas”, como se refiere a su trabajo detrás del lente, surgió como una inquietud más de este profesional de la danza y el arte devenido en retratista. “Todo lo que he logrado ha sido gracias a la ayuda y los consejos de muy buenos amigos”, asegura.
“A la hora de hacer fotografías solo busco almas, personas que expresen sentimientos y emociones. Que te lleven más allá, más adentro. ¡Que te enseñen que pueden lograr mucho más de lo que se imaginan!
“Mi objetivo como creador de contenido es llegar a más personas; que sea un trabajo que guste y sea admirado. Instagram, como plataforma digital, ayuda mucho al desenvolvimiento de los trabajos visuales, así como a exponerlos mundialmente.
“Mas allá de considerarme fotógrafo, me considero artista. ¡He ahí la diferencia!”.
MERLIN MORENO (mer__moreno / photos_merlin)
Merlin comenzó en la fotografía hace tan solo año y medio, trabajando en bares y discotecas. Se considera a sí misma como una persona “extrovertida, persistente y perfeccionista”, cualidades que le han ayudado a abrirse paso en este mundo. Trabaja sobre todo la fotografía de producto, servicio con el que ha beneficiado a negocios locales como Le Fettuccine.
“A la hora de hacer fotografías busco reflejar emociones. Pero no siempre puedo conseguirlo, ya sea porque al cliente no le gusta ese tipo de fotografía o simplemente porque no se le da bien. Por otro lado, me gusta destacar la belleza de las personas; demostrar que no se necesita un tremendo maquillaje ni un lugar especial para que las fotos y los modelos se vean geniales. Siempre les digo que sean ellos mismos, para captar la esencia.
“Mi objetivo en la plataforma es sencillo: conseguir una comunidad a la que le guste mi trabajo. No me interesa el número, pero siempre me emociona ver que alguien nuevo me siga, tener visibilidad, que otras personas que no me conozcan sepan de lo que hago y puedan contactar conmigo”.
CRISTIAN GORINA (chrisgorina)
Cristian comenzó a interesarse por la fotografía en el preuniversitario, cuando consiguió su primera cámara. “Ahí empecé a trabajar con personas que querían sus fotos de moda, la mayoría jóvenes, y en ese proceso descubrí cómo incluir el desnudo en la fotografía de moda y en lo artístico”. Su obra ha sido divulgada en numerosas páginas extranjeras, como la brasileña Corpo feminino é arte.
“Cuando retrato a una persona no solamente busco su físico; busco su alma. Al capturar la imagen se retrata su cuerpo y su vibra. Me gusta que cuando el espectador observe la fotografía se transporte a ese momento en el que tomé la foto y que no solo lo vea, sino que lo sienta y lo viva con su imaginación.
“El objetivo de usar Instagram es globalizar y promover mi trabajo, debido a la visibilidad que te ofrece esa plataforma. Sin embargo, no deja de ser un problema por las constantes censuras de contenido y las miles de limitaciones que tiene. Pero, si te adaptas al algoritmo y cumples sus normas, es la mejor de las herramientas para trabajar”.
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ISAAC MEDINA (isaac.medina_2000)
Isaac es todo un personaje. Su trabajo, de gran popularidad entre la juventud matancera, se desenvuelve entre la fotografía de retrato y callejera. Actualmente reside en México, pero fue en Matanzas donde se adentró, con pasos agigantados, en el oficio de “dibujar luces y capturar almas”.
“A la hora de fotografiar busco transmitir algo, ya sea un mensaje o asombro, pero en la mayoría de las ocasiones consigo solo transmitir estética y simplemente logro fotos bonitas, sin más.
“El objetivo que busco en Instagram es llegar a más personas cada vez y lograr que me contraten. Aparte del uso artístico también le doy un uso comercial a mis redes, con Instagram como la principal”.
RODOLFO DUEÑAS SOSA (fyto.gallery)
“Rodolfito”, como le llaman sus amigos, vive en Montevideo desde hace un año. Sin embargo, Matanzas guardará para siempre un lugar especial en su corazón, pues fue aquí donde comenzó a experimentar con su hobby preferido: la fotografía callejera.
“Desde pequeño me gustaba pausar las películas para quedarme viendo los fotogramas que más me llamaban la atención. Supongo que ese fue mi primer contacto con la fotografía. Ya de mayor comencé a hacer fotos por el simple hecho de entretenerme.
“En un principio solo contaba con un celular LG y, aunque las imágenes no eran de buena calidad, sentía que salir a capturar momentos poco a poco se convertía en una puerta de escape. Así fue como encontré en la fotografía un lugar seguro en el que expresaba lo que sentía sin necesidad de hablar.
“Mi trayectoria como fotógrafo en Matanzas abarcó aproximadamente un año, durante el cual publicaba alrededor de seis fotos diarias en Instagram, plataforma en la que encontré un gran apoyo desde el principio. Me centré más que nada en la fotografía callejera, aunque exploré en menor medida otros estilos.
“A la hora de presionar el botón de la cámara busco compartir lo que siento en el momento. Me dejo llevar por mis emociones, pero sé que es más profundo que eso. Es algo que está en mí, como un instinto que me hace percibir una conexión entre el lente y los ojos, obligándome a capturar momentos. Tal vez a eso le llamen pasión.
“Siempre he subido mi trabajo a Instagram porque, además de ser una plataforma de confianza, me brinda la oportunidad de llegar a un público joven, un público que necesita ser y sentirse representado de cierta forma. Mis imágenes, al ser fotografías callejeras, no son obras de arte abstracto; son lo que ven a diario las personas cuando caminan por nuestra ciudad. De esta forma, expuse en Internet lo que suelo llamar el corazón de Matanzas: eso que no se ve cuando no se vive en sus calles”.
(Por: Humberto Fuentes)
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