“Es una nueva Maga, que cuestiona a Cortázar, que le hace preguntas y se las hace a sí misma, sobre la mujer en estos tiempos y su relación con la masculinidad más tradicional y apabullante”, con estas palabras se refirió la directora teatral Dana Stella Aguilar al proyecto binacional Cuba-México La maga no soy yo, obra del dramaturgo Ulises Rodríguez Febles que llegará al escenario del Teatro Sauto a fines del presente mes.
Conjuro Teatro, compañía azteca con más de 25 años de existencia, propone este monólogo inspirado en el conocido personaje de La Maga/Lucía, perteneciente a la novela Rayuela de Julio Cortázar. Para la creadora mexicana, representó la posibilidad de reencontrarse con el más conocido de los libros del escritor argentino y descubrirlo desde un prisma totalmente nuevo.
“Durante la pandemia, los artistas queríamos seguir haciendo. Entonces, le escribí a Ulises, con quien hemos colaborado antes, y le dije que nos propusiera algo. Me envió el texto de este unipersonal y me encantó. Conozco el libro desde que tengo 14 años y pensé: ahora voy a hacer una relectura desde otro lugar de mi vida y, por supuesto, encontré temas nuevos: el económico, el de la emigración, el de la crianza y los cuidados”.
Dana Stella, quien dirigió en 2018 Yo soy el rey del Mambo, también de la autoría del matancero, aseguró que él está muy abierto a la experimentación. “La estructura de esta pieza en particular es muy lúdica, da muchas posibilidades a nivel escénico, responde a esa concepción un tanto caótica de la novela. Creo que hemos entablado un diálogo creativo muy hermoso y queremos seguir trabajando juntos”.
Rodríguez Febles, en conferencia de prensa ofrecida en la Casa de la Memoria Escénica, explicó el origen de su obra. “El dramaturgo Eddy Díaz Sousa me pidió que escribiera un texto corto inspirado en una mujer de la literatura. Escogí a La Maga, porque de alguna manera ella simboliza la mujer en conflicto: migrante, en soledad, discriminada. Quería cuestionar el proceso de escritura del autor y preguntarme hasta dónde era en verdad ese símbolo femenino que de alguna manera preconiza, o si en ella se encierran todas las segregaciones.
“En estos proyectos binacionales con Conjuro Teatro venimos trabajando desde 2016, cuando vinieron por primera vez a Cuba, para el Festival Internacional de Títeres. Me parece una hermosa coincidencia que este nuevo estreno se produzca en el año del 110 aniversario del nacimiento de Cortázar y 40 de su muerte, y ahora tengamos la oportunidad de obsequiarnos estas funciones matanceras”.
A este torrente de confluencias creativas, la actriz mexicana Denisse Castillo, protagonista de la puesta, siente que ha aportado los elementos que la singularizan como mujer para lograr que aquellos que no conocen al personaje la descubran, y los que sí la conocen analicen los presupuestos desde los cuales han interpretado este ícono literario.
“Recibí la invitación por parte de Conjuro Teatro para ser y no ser La Maga —cuenta la joven mexicana— en esta propuesta escénica que nos permite hablar y cuestionarnos las cosas que como humanos nos importan. Para mí la obra es un juego, que desde la novela que le da origen nos invita a no ser pasivos, sino a tomar decisiones sobre a dónde llevar la trama.
“Parto de mi lectura y de mi condición femenina, de mi propio deseo de ser amada y, aunque no soy madre, de mi capacidad para serlo. Ella salió de su país para huir de una situación de violencia, llegó a un nuevo lugar y se enamoró. Ser emigrante, mujer, madre soltera, debe haber sido bastante duro en los 60. Mi trabajo también fue tomar a Lucía, otorgarle un trasfondo y comprender su relación de amor no totalmente correspondida con la figura masculina”.
El próximo jueves 28, a las seis de la tarde, y el viernes 29, a las tres, en el coliseo yumurino podremos disfrutar de esta historia que ha viajado desde uno de los clásicos de la literatura latinoamericana, pasando por la visión de Ulises Rodríguez Febles, hasta el montaje que nos propone Conjuro Teatro, una puesta que hermana a México y Cuba sobre las tablas.
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