Con la extracción este domingo de 4 proyectiles, ascendió a 12 el número de estas piezas sustraídas de la bahía matancera. Los trabajos subacuáticos forman parte de las actividades del Proyecto Arqueológico que se lleva a cabo en la decimonónica Batería de Peñas Altas, lugar donde luego operó el Escuadrón 41 de la Guardia Rural.
“Continuamos con las excavaciones arqueológicas, pero ya se culminaron los trabajos subacuáticos”, refirió Odlanyer Hernández de Lara, director del proyecto, y doctorante en arqueología de la Universidad de Syracuse, de Nueva York.
“Se extrajeron 8 proyectiles ojivales, de los disparados por la flota estadounidense, y 4 esféricos, correspondientes a la artillería local. Anteriormente se sacaron otros artefactos relacionados con la vida cotidiana en la batería y pertrechos militares que están en proceso de identificación”, aseguró el experto.
Los proyectiles fueron detectados el pasado año durante las primeras prospecciones subacuáticas en el área costera de la antigua fortificación. Desde entonces se prepararon condiciones y se solicitaron permisos para su extracción segura, contando con el apoyo del Ministerio del Interior y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
“Trabajamos con proyectiles que fueron lanzados en 1898, y fue lo que dio inicio a la Guerra Hispano-cubano, norteamericana”, enfatizó Esteban Grau González-Quevedo, vicepresidente de la Sociedad Espeleológica de Cuba y presidente del Comité Espeleológico de Matanzas. “Nuestra misión ha sido separarlos y extraerlos, porque llevan más de un siglo bajo agua. En su proceso los corales generan carbonatos y van creando las capas de rocas y solidificando la matriz. Esa matriz tenía envueltos y consolidados estos proyectiles, lo que hizo muy complejo el proceso. Aunque supuestamente ya están vencidos en el tiempo teníamos que manipularlos con cuidado”.
El proceso de extracción de los proyectiles estuvo a cargo de miembros del Grupo de Espeleología Guamacaro, que dirige Judith Rodríguez Reyes. “El traslado fue la parte más complicada, porque debíamos proteger la punta del proyectil, y fue una tarea que debió funcionar como reloj a la hora de sacarlos del agua”.
La tercera etapa de las excavaciones en la Batería de Peñas altas continúa esta semana, según corroboró Hernández de Lara. “Estamos abriendo un área que teníamos previsto incluyera parte del edificio que estaba dentro de la Batería. Estamos en una esquina que en los planos históricos corresponde con el área de cocina. También encontramos parte de lo que serían las banquetas de la Batería, que son como las áreas de artillería de pie”, asegura Hernández de Lara, quien refirió además que las excavaciones se centran en otra área comenzada a estudiar el pasado marzo, relacionada con la primera letrina de la de la Batería, “lo que permitiría una interpretación de la vida cotidiana a partir de los artefactos que van apareciendo”.
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