Cuando me recibió en su casa, en lo primero que pensé fue en aquellos programas del Encantador de Perros. Había ladridos en el patio y traté de encontrar los ojos de aquellos que ladraban, ya ellos me observaban, orejas levantadas y lenguas rosadas. Elionai se sentó junto a mí y me contó de su vida y de sus perros, casi lo mismo.
«Empecé en la peluquería canina hace ocho años, a la vez que empezaba también en el mundo del handler, pasé cursos para ambas cosas. Cuando descubro en una competencia canina que se hizo en Varadero todas las razas que competían, me dije “Yo tengo que pertenecer a esto”. Comencé a involucrarme con ese mundo y estuve todo un año preguntando e indagando cómo era. Adquirí una husky siberiana, la cual es una raza que necesita muchísima peluquería canina.
«El peluquero canino tiene que conocer la estructura de cada perro, porque todos son distintos. Algunos son alargados, algunos son cuadrados, algunos tienen que tener el pelo esponjoso, otros sedoso, otros lacio, es necesario conocer técnicas de secado específicas para cada tipo. Tiene que saber utilizar los productos, el champú, el acondicionador, cremas de pelo reparadoras, cómo prepararlo y diluirlo, tiene que saber de PH. También cortar bien la uña, porque si lo haces muy corto el perrito puede sangrar, si las dejas muy largas pueden molestarle a la hora de caminar y entonces toman posturas incorrectas, lo cual puede producirles artritis.
«Hay razas que tienen mucho pelo dentro del pabellón auditivo y ese pelito hay que arrancarlo, casi nadie conoce sobre esto y entonces pelan alrededor del oído, y después el perro se enferma de otitis. Lo que pasa es que dejan este pelo dentro de la oreja y atrae la humedad, produciendo hongos.
«Un peluquero canino también guía al dueño: cómo debe peinarlo, con qué herramienta debe hacerlo, cuál es la mejor comida: hay perros que son negros y se ponen rojos, lo cual puede ocurrir porque toman mucho sol, o porque están falta de ácidos grasos esenciales. El pelo del perro te habla de la salud del mismo.
«Hay muchas razas, incluso algunas de pelo corto, que tienen la necesidad de peluquería canina. Un mal manejo de un baño puede producir problemas dermatológicos, no cortarle las uñas de forma rutinaria puede producirle artritis, no limpiarle bien los oídos con productos específicos para esto, puede producirle otitis; si usted es dueño de un perro de pelo largo y no le corta el pelo alrededor de los ojos, él se puede quedar ciego.
«Hay perros de doble manto, como el husky siberiano, el chow chow, el pastor alemán, el labrador, que las personas por desconocimiento piensan que sienten un exceso de calor y los pelan bajito. El pelo de estos actúa como termorregulador y mantiene una temperatura agradable, tanto en verano como en invierno, y el propio animal se encarga, dependiendo de su metabolismo, de su fisiología: él va a dejar caer su pelo en verano o lo va a mantener en invierno. Una de las consecuencias de un descuidado tratamiento capilar puede generarle alopecia o daño en la piel.
«Cuando me mudo a Matanzas conozco a Richard Pérez Machín, él me dice que necesita un manejador, que no tiene a nadie en Matanzas, y empiezo a manejar sus perros. Es con ellos con los que he ganado premios.
«En español, la definición de handler es manejador, es quien se encarga de exponer a los perros, resaltar virtudes y esconder defectos, tratar de que hagan show, que se vean lindos, es hacer una simbiosis con ellos. Pero, aparte de esto, también necesita saber de raza, qué es lo que tiene en la mano, debe conocer de peluquería canina, al menos lo básico porque puede ocurrir que el perro necesite un retoque de último momento.
«Cada raza tiene un estándar, tiene una forma de ser, el handler tiene que conocer qué tan bien o qué tan mal está su perro con respecto a ese estándar para así saber qué le va a enseñar al juez y qué le va a esconder. Un handler tiene que controlar, además, ciertos aspectos estéticos: que el perro pose, que el perro te mire, que el perro te responda.
«Y es que las razas no se crean sin querer, sino por la manipulación del hombre, que busca algo en específico, y gracias a la reproducción selectiva es que surgen las razas, y junto a ellas lo que se conoce como estándar. Si las razas no se cuidan de manera correcta, entonces se pueden perder o alejar de su estándar imaginado, por lo cual los cuidadores de determinadas razas crean clubs caninos.
«El Club Pug de Cuba tiene dos años de fundado, pero como comité gestor llevaba más tiempo funcionando. Yo pertenezco a él, he participado en las dos especializadas que se han hecho de la raza en el país y hemos ganado ambas, no con perros propios, sino de un amigo. La primera la ganamos con una perrita y la segunda con el hermano de la misma.
«En una expo un can no compite contra otros canes, compite contra sí mismo, hay un estándar con el que el tiene que tratar de cumplir, y ese que el juez crea que se acerca más a dicho estándar es el que gana. Se miden varios parámetros: color de ojos, que la mordida esté correcta, el macho debe tener ambos testículos, deben tener buen aplomo, que las extremidades estén paralelas y no jorobadas, que tengan buen movimiento, esto es según la raza, pues hay algunas que se mueven más lento o más rápido.
«Además, en una expo tienes que saber de la morfología del perro, de su psicología, porque tiene que disfrutar lo que hace. Si él disfruta entonces el show se disfruta, nunca se le castiga y se trata de escoger de la camada al cachorro más sociable, más activo, al que nada asusta. No pueden ser agresivos, porque hay varios en el circuito y la mayoría de las veces están separados a solo dos metros de distancia, y el perro tiene que estar concentrado en ti. No puede estar oliendo a otro o asustándose con los demás competidores, tampoco conoce al juez y tiene que dejarse revisar los dientes.
«Hay jueces que toman el peine y abren el manto y estudian que esté bien desenredado, en caso del husky siberiano se cercioran de que tenga abundante pelo, que esté bien esponjoso. Yo disfruto muchísimo trabajar con huskys siberianos, y para los shows ellos llevan muchísimos detalles: laca, talco para las patas, es un exponente muy grande al cual se le nota muchísimo el cambio después de una sesión de peluquería canina.
«Ganamos dos días seguidos el Best in Show de la categoría joven con un pug traído del Perú que se llama Paladín Colvera Pisco. Lo hicimos campeón, el primer juez fue cubano y el segundo mexicano. También tengo un dálmata que es campeón cubano, campeón de San Cristóbal, un segundo lugar en Best in Show en la categoría joven, y un tercer lugar en Best in Show en la categoría bebé.
«Tengo mascotas desde pequeño, lo curioso es que en mi hogar nunca me dejaron tener animales, pero mi abuela siempre me malcrió mucho. En su casa sí tuve gallinas, conejos, cerdos. Hasta que un día recogimos una perrita a la que le pusimos Lana y le enseñé varios trucos; por cierto, falleció hace muy poco. Fue la compañía de mi abuela paterna, actualmente con demencia, y una de las cosas que a ella no se le olvidan es el nombre de la perra.
«Tiempo después adquiero una husky con pedigrí y me presento a exposición, comienzo a involucrarme muchísimo más en este mundo. Adquiero también un cachorro del criadero de la presidenta del Club Dálmata de Cuba, Caridad Linares. Ella me lo entrega para que yo se lo entrene porque lo querían presentar en una sección de expo canina llamada Progenie, que consiste en que la mamá salga junto con el cachorro. Me encariñé muchísimo con él y en el mismo certamen le dije que se lo compraba. Ese dálmata ha sido mi compañero durante cinco años ya.
«Él es parte de un proyecto universitario con el cual buscamos educar en materia de bienestar animal. Para que una ley se cumpla tienes que educar primero a la gente, y a los adultos es muy difícil educarlos, pero a los niños no. Queremos con él y otros perros ir a escuelas, crear círculos de interés, y dar conferencias interactivas con los niños, para que ellos aprendan la importancia de cuidar, no abandonar, y de esterilizar a sus mascotas».
(Por Mario César Fiallo Díaz)
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