Los juegos florales en Matanzas provienen del tiempo en que tanta poesía levantaba la hojarascas de sus calles, que la nombraron la Atenas de Cuba, matria isleña de bardos y artistas.
Para mantener esta tradición, este 14 de noviembre, en el marco de la jornada literaria por el Premio José Jacinto Milanés, se realizaron unos juegos florales en la Universidad de Matanzas. Así expresó José Manuel Espino, presidente de la Uneac en el territorio.
Ellos desde el tiempo en que Gertrudis Gómez de Avellaneda participaba en los juegos del Liceo Artístico Literario, hoy Sala de Conciertos José White, consisten en un certamen en el cual los poetas compiten con un texto por el favor del público. El ganador – además de la fama – recibe un premio en metálico.
Esta recreación de los originales decimonónicos lo ganó Loreley Rebull, con su poema La hora del angelus. Interesante resultó que participaron escritores de diversas generaciones y procedencias, lo que nos habla de una continuidad poética a través del tiempo.
Según palabras de Norge Céspedes, vicepresidente de la Uneac en la provincia, estos juegos florales al igual que el resto de las actividades en las jornada por el Milanés, persiguen la promoción de los diversos modos de hacer y compartir la poesía.
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No solo es el hecho artístico del poema en sí, sino las diversas maneras que existen para comunicarlo y promocionarlo. Estas van desde intersecarla con otras artes como la plástica y el teatro, hasta en las nuevas tecnologías de la información. En ello se centra la jornada por el premio Milanés este 2022.