Magaly Bernal: “Soy simplemente una artista”(+audio)

Esta semana te proponemos conocer la historia de una mujer a la que la distinguen voz y estilo del resto de actrices y locutores matanceros. A Magaly Bernal, Premio Nacional de Radio 2018 le dedicamos este espacio.

Magaly Bernal se define como artista, en esa palabra para ella se fusionan el canto, la actuación, la locución y todas las facetas por las que ha transitado a lo largo de su vida. Ella diría que llegó a la radio por accidente, nosotros creemos que fue el destino el que se encargó de conducirla en el momento justo hasta las cabinas del informativo y del dramático de Radio 26.

“Mi pasión por el arte surgió desde que era apenas una niña. Con 10 años comencé a cantar con la ayuda de mi hermano, quien era miembro del Coro Profesional de Matanzas. Por ese entonces había un grupo de teatro de aficionados que se ganaba el cariño de todos, y su director me propuso integrarlo, pues conocía mis inquietudes. No dudé un segundo y acepté la propuesta. Consideraba que tenía mucho más que decir y las tablas me regalaban esa oportunidad. En esa época no existían la ENA o el ISA, pero contábamos con un colectivo de profesores y directores excelentes que impulsaban las manifestaciones artísticas en el territorio. 

“Así me inicié, con apenas 12 años, en el teatro. La primera obra que realicé como profesional fue El médico a palos, de Moliére. A partir de ahí llegaron otros personajes, que me hicieron crecer como actriz. 

“La recuerdo como una etapa activa. Fui testigo de la calidad con la que se presentaban las piezas, de actuaciones extraordinarias y de la capacidad de los dramaturgos para llenar el alma del público. Además, influyó mi preparación autodidacta, pues consumía todo tipo de material para enriquecer mis conocimientos”. 

Los estudios de Radio 26 le abrieron las puertas a Magaly y allí trabajó incansablemente hasta ser reconocida con el Premio Nacional de Radio 2018. Foto: De la autora

EL CAMBIO

“Luego de varias temporadas sobre las tablas, empecé a percibir una decadencia en la selección de las puestas, y debo señalar que esta era mi percepción personal, por lo que decidí aventurarme en el mundo de la radio. Quizás ese fue mi pretexto para el cambio. Una vez llego a la emisora, con el objetivo de realizar las pruebas establecidas, me informan que no estaban haciendo los exámenes para las acreditaciones como actriz. La recepcionista me comenta que buscaban locutores y, aunque no era mi propósito, me presenté. De 32 personas solo escogieron a dos, y desde ese momento me convertí en una de las voces características de Radio 26. 

“Posteriormente, en la década del 70, hice las pruebas para integrar el grupo de actores en la emisora y lo hice por la puerta grande, con el protagónico en Tristana”.

LA RADIO Y SU MAGIA

“Lo que me encantaba de la radio era la posibilidad de interpretar personajes diferentes en el mismo día. Llegaba en la mañana y era Juana, una señora de 47 años que había perdido a su esposo; en la tarde un conejo o una tortuga que, aunque parezca fácil, necesitas visualizarlo y llegar a la causa de cada uno de sus conflictos. Por detalles como esos es que considero la radio una escuela de actuación. 

“Por otra parte, me encantaba la adrenalina de las transmisiones en vivo y el control remoto. Como el equipo de periodistas era reducido, asumí además de la locución este rol, que exigió mucho de mí, pero me ayudó cuando, por algún desperfecto técnico o ante cualquier situación, el trabajo debía salir al aire sin que los oyentes lo percibieran. 

“De esa etapa recuerdo especialmente la cobertura que realicé en el Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes de Varadero en 1978, y el acompañamiento de los restos del comandante Ernesto Guevara en su paso por el municipio de Perico. 

“A lo largo de mi vida he sido declamadora, actriz, locutora, escribí guiones para dramatizados, pero prefiero no encasillarme. Soy de las personas a las que no les asustan los retos. Si preguntaban si podía hacer el noticiero o sustituir a alguno de mis compañeros, aunque no tuviera idea del formato lo aceptaba. Es uno de los consejos que regalo a los jóvenes que llegan a nuestro centro, aceptar todo tipo de propuestas para asumir la vida de mejor manera”. 

LOS PREMIOS

“Durante mi etapa activa recibí varios premios Caricato, la medalla Lázaro Peña, y reconocimientos en varios festivales provinciales; aunque el más importante es el Premio Nacional de Radio 2018. 

“Cada uno de ellos resume mi constancia y mi responsabilidad. Aunque pueda parecer manida la frase de que los premios representan un compromiso, no deja de ser real, sobre todo con los oyentes, porque el amor que te profesan es mayor que cualquier remuneración económica. 

“Mi relación con el público es extraordinaria y con ellos tengo historias interesantes, específicamente con el personaje de María Candela. Recuerdo un señor que me persiguió por toda la calle para hacernos una foto, porque su esposa, víctima de un infarto cerebral, no se perdía una emisión del programa; o de la joven que se acercó para contarme que su abuela, de 97 años, me escuchaba y sonreía con las situaciones de María Candela. Ese es el mayor premio que una artista puede recibir”.  

MAGALY

“Para mí la familia es lo principal, por ella me he sacrificado y no me arrepiento. Considero que en las relaciones de amistad y de trabajo debe primar el respeto, la consideración. Creo en Dios fervientemente y amo todo lo bello. No soporto la hipocresía, las personas deshonestas o la insensibilidad, sobre todo con los animales. No le reprocho nada a la vida. Soy responsable de cada cosa que quedó pendiente a realizar y no me arrepiento de nada de lo que he hecho”. 

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Sobre el autor: Arletis Arango Oña

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