El 14 de abril del año en curso Giron publicó una entrevista del pequeño tritón Josué Abraham Pérez Barrios, quien un mes antes había ingresado en la Escuela Nacional de Natación. En ella se aseveraba que por sus cualidades atléticas y consagración debía hacerse sentir muy pronto en la élite de ese deporte. Así ocurrió hace unos días.
Josué conquistó cuatro medallas de oro en la prestigiosa Copa Marcelo Salado, que sirve de termómetro a los entrenadores para medir el grado de asimilación de conocimientos y técnicas por los atletas en el considerado deporte más perfecto para el desarrollo físico pero, a la vez, exigente en cuanto al comienzo temprano de sus prácticas.
El jovencito de 14 años se impuso a lo mejor del país allí presente en las especialidades de 50 y 100 metros estilo pecho, e integró las cuartetas ganadoras de 4 X 100 metros relevo en libre, y el combinado, que incluye pecho, mariposa, espalda y libre. Además, obtuvo bronce en los 200m pecho.
Las palmás también para varios de sus coterráneos, como Lorna Castellanos Orama, la que por sus magníficos registros en cuanto a tempos fue seleccionada la fémina más destacadas entre todas las concursantes de su categorías 13-14 años.
Entre los varones idéntico galardón recayó en Jonathan Arias, de Ciego de Ávila, al colgar de su pecho cinco preseas doradas, dos de plata y una de bronce.
Otros matanceros galardonados fueron Miguel Méndez con oro en el relevo combinado de 4 X 100, Thalía Góme, títular en el relevo 4 X 100 combinado, Mónica Expósito, plata y bronce en 100m y 200m estilo pecho, además de Alejandro Miguel Méndez, con oro en el relevo combinado 4 X 100.
No hay dudas de que estos jóvenes valores de la natación cubana demuestran que los recursos que el sistema deportivo les brinda, y el sistemático apoyo de sus familiares, hallan en ellos una respuesta positiva no solo en las piscinas, sino en las aulas, porque en todos los casos asumen la docencia con notable responsabilidad.