Una conferencia sobre el huracán que arrasó esta ciudad del 7 al 8 de octubre del año 1870, uno de los más letales en la historia de Cuba, motivó la reflexión en torno a reducir riesgos de desastres, a propósito del inicio de la temporada ciclónica en el Atlántico norte.
En el citadino Museo Provincial Palacio de Junco el investigador Luis Enrique Ramos Guadalupe, coordinador de la comisión de historia de la Sociedad Meteorológica de Cuba, presentó evidencias documentales del impacto del fenómeno natural, que ocasionó unas 700 muertes en la localidad.
La catástrofe asociada al conocido como huracán de San Marcos (estimado como categoría tres en la escala Saffir-Simpson) sobrepasó toda descripción; esta urbe fue devastada por una compleja interacción entre los fenómenos meteorológicos y los factores físico geográficos de la región, señaló el también doctor en ciencias.
Junto a la circulación ciclónica del sistema, el consiguiente cambio en la dirección del viento provocó que víctimas, restos de edificaciones de madera, y todo objeto flotante fuesen arrastrados al mar, indicó el experto basado en testimonios, artículos periodísticos y mediciones de la época.
Las prolongadas lluvias ocasionaron colosales avenidas en las cuencas de los ríos San Juan y Yumurí, el embate del viento en dirección coincidente con el eje longitudinal de la bahía produjo marejadas que bloquearon las inundaciones en el área más poblada de la urbe, relató.
Ramos Guadalupe instó a prever la posibilidad de un evento similar, a tono con el presumible incremento de la intensidad de los sistemas tropicales del océano Atlántico y el mar Caribe occidental en los últimos años, además de las transformaciones en la urbanización y la infraestructura industrial.
Este día en el Palacio de Junco se reinauguró, con un montaje renovado, la sala dedicada al devenir de esta tricentenaria urbe, donde se exhibe una línea de nivel, pieza empleada antaño para señalizar la altura de las aguas (1,70 metros) alcanzada en la calzada de Tirry por las inundaciones de 1870.
Ercilio Vento Canosa, Historiador de la Ciudad, significó la función educativa de la institución cultural, más allá de la exposición de objetos de valor que aluden a importantes acontecimientos como el choque entre culturas de América y Europa.
Con tres de sus siete estaciones meteorológicas completamente automatizadas, la provincia de Matanzas se encuentra mejor preparada para encarar la temporada ciclónica, del primero de junio al 30 de noviembre, indicó Milagros Alfonso Cabrera, especialista del Centro Meteorológico del territorio. (ACN)