Ofrece la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado respuestas sobre dificultades en el abasto de agua

En los últimos días han llegado a nuestra redacción numerosas quejas e insatisfacciones ante la inestabilidad en el abasto de agua, referidas en lo fundamental a los prolongados períodos sin agua corriente en diferentes zonas de la cabecera provincial y otros municipios.

Ante tales inquietudes, el restablecimiento de los servicios, sus causas y el estado actual del servicio, Girón conversó con Reynaldo Iván Fuentes Sardiñas, director provincial de Acueducto y Alcantarillado.

—Desde inicios de la semana anterior recibimos algunas quejas de personas residentes en la cabecera provincial con serias afectaciones en el servicio de abasto de agua. ¿A qué se deben estas incidencias y cuál es su estado actual en la ciudad de Matanzas?

—Hay varios factores que inciden, pero principalmente guarda relación con las dificultades del fluido eléctrico y las propias características de las redes hidráulicas de la ciudad. Para empezar es importante que la población conozca que contamos aquí con tres sistemas diferentes para el bombeo de agua.

“El sistema Bello abastece todo el casco histórico, Versalles, la Zona Industrial, la termoeléctrica, etc. Esa agua viene de San Francisco, a más de 15 kilómetros de aquí, llega a una cisterna ubicada en la Calzada del Naranjal y de ahí, a través de los motores, se impulsa para el resto de la urbe.

“Tenemos el sistema de El Conde, con un grupo de pozos que bombean directo hacia esa zona. El tercero, que es el de Canímar, abastece una parte de La Playa, Peñas Altas y Monticelo.

“Por ejemplo, en el primero de ellos, si en el momento de bombear no hay corriente, se dilata el servicio. Si cuando llegue al Naranjal también hay afectaciones, entonces son muchas horas de atraso que se van acumulando; y eso fue algo bastante común en los días anteriores.

“A esto se suma un grupo de circunscripciones críticas, localizadas en las zonas limítrofes de circuitos, en las que sin dudas las dificultades por el abasto de agua son mayores”.

—Entre las quejas, hubo dos en particular referidas a largos períodos sin el preciado líquido, específicamente en los municipios de Jovellanos y Los Arabos. ¿Guarda relación con esas causas?

—En Jovellanos, el bombeo principal es a través de El Rolando, dos motores muy grandes que abastecen a toda esa localidad de alrededor de 18 000 habitantes. En esos días los dos se quemaron y tuvimos que recurrir a los carros cisterna o pipas, que no fue nada fácil teniendo en cuenta la cantidad poblacional.

“No obstante, se logró restablecer el servicio en menos de siete días; aunque sabemos que fueron numerosas las quejas en ese momento, incluso de lugares a donde no llegaron las pipas.

“En el caso del poblado de Arango, perteneciente al municipio de Los Arabos, la bomba sumergible también se quemó y se vieron afectados en el abasto de agua unas 400 personas, a las cuales de igual modo se llegó con las pipas.

“Allí percibimos que no estaban acostumbrados a su escasez, por lo que no tienen recipientes para almacenar agua. Eso trajo algunas molestias porque no se logró llevar el líquido a todos el mismo día, y en las jornadas siguientes muchos querían volver a coger y no les tocaba.

“Sobre ese caso específico, el martes logramos montar la bomba, que en un principio tuvo algunos inconvenientes con la electricidad, pero ya se está solucionando y esperamos que eso se resuelva en las próximas horas”.

—¿Cómo prevé la empresa solucionar esta situación?

—A partir de que se ha ido estabilizando la corriente y son menos frecuentes los apagones, se está normalizando el bombeo y el nivel de quejas ha disminuido, al menos en la ciudad.

“No obstante, siempre es una prioridad ofrecer atención a la población ante cualquier duda, y para ello tenemos varias vías establecidas en cada una de nuestras oficinas comerciales.

“Por otra parte, debemos mejorar en los próximos meses nuestra infraestructura de trabajo, muy deteriorada en estos momentos, como parte de un proyecto con la Agencia Francesa para el Desarrollo, titulado Agua no contabilizada de la ciudad de Matanzas. 

“El mismo consta de tres etapas. En esta primera nos otorgaron un crédito en MLC, con el que pudimos comprar el equipamiento necesario para la sostenibilidad del Acueducto en la ciudad. Hoy, por ejemplo, la empresa tiene un solo compresor, y sin baterías, y eso resulta en extremo complejo para ejecutar nuestro trabajo.

“Esta fase inicial está ejecutada en más de un 50 %. Ya arribaron todos los carros y en el día de ayer llegaron al puerto los compresores, las retroexcavadoras y otros equipos para poder ofrecer un buen servicio.

“En un segundo período, nos ofrecerán asesoramiento técnico, con el acompañamiento de expertos franceses, durante los tres años estimados para este proyecto. En la tercera etapa, pretenden realizar un donativo a la empresa y sus siete unidades comerciales, en aras de lograr la digitalización de todo el sistema comercial.

“De igual modo, concibe también así toda la materia prima para rehabilitar la zona media de Matanzas, esos puntos críticos que hoy complejizan el panorama en la cabecera provincial, y donde se concentra el 90 % de las quejas recibidas.

“Sabemos que nos queda mucho por mejorar, y para ello trabajamos, dando prioridad siempre a los criterios e insatisfacciones del pueblo”.