Mucho antes de la fundación de la ciudad de Matanzas, en el temprano 1653, ya se planificaba la creación de un sistema defensivo para fortificar la bahía. Aunque no fue hasta 1682 que se aprueba la construcción del Castillo de San Severino, mediante decreto real, en el proyecto fundacional de la urbe.
Al día siguiente de realizarse el acto de fundación de la ciudad de Matanzas, el 12 de octubre de 1693, se deslinda el área del castillo y se bendijo la primera piedra colocada. Mas, a la Fortaleza de San Severino pareciera perseguirle cierto halo trágico, ya que el proyecto de construcción se demoró en concretarse.
Fuentes históricas relatan que en 1697 se abandonaron las obras por falta de dinero y mano de obra, y se reiniciaron tres décadas después.
Finalmente, en 1746 se erigió; pero, tras la toma de La Habana por los ingleses, el oficial al mando del lugar decidió dinamitarlo para evitar que cayera en manos de los invasores.
El halo trágico le persiguió durante 10 años, en que permaneció en total abandono. A finales de los 80 del siglo 18, lograron reconstruirlo.
Documentos especializados lo catalogan como típica construcción militar renacentista. Por sus valores, en 1978, fue declarado Monumento Nacional. Se trata de la edificación más antigua de la ciudad.
Desde el 2009, luego de una gran reparación, el Castillo de San Severino funciona como Museo Nacional de la Ruta del Esclavo.
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