Es notable en la ciudad de Matanzas el déficit de vehículos para la recogida de desechos sólidos. Se aprecia en las disímiles arterias de la capital yumurina, sobre todo cuando, pasadas algunas jornadas sin la visita de estos recolectores, se acumulan grandes cantidades de residuos en disímiles recipientes, a veces inapropiados para tal uso, o desperdigados por aceras y calles.
Diversos son los males que ocasionan esta penosa situación, al crearse una zona roja o foco de infección, con la presencia de moscas, cucarachas y roedores, e incluso perros y gatos que, en busca de alimentos, desparraman cuanto hallan a su paso; sin dejar de mencionar la pestilencia y afeamiento de la imagen pública.
Además, este nada agradable escenario coadyuva a la no preservación del medio ambiente, que sufre grave deterioro. Sin embargo, más costoso que todo lo antes mencionado es la incidencia que tiene sobre la salud humana, porque en estos desechos están presentes materias tóxicas y contaminantes que, enviadas a la atmósfera circundante, degradan el estado físico de las personas adyacentes y de tránsito.
Por tales motivos, un equipo de Girón dialogó con varios funcionarios públicos relacionados con Servicios Comunales en el municipio yumurino. Entre ellos, José Antonio Piedra Medina, su director, y Ramón Naranjo Hernández, subdirector de Higiene en la entidad, mostraron especial interés en que se conociera la situación que enfrentan en la actualidad con la recolección de desechos sólidos.
Explicaron que a la Ciudad de los Ríos y los Puentes la dividen en 20 zonas en la atención recolectora, y que para cumplir con tales propósitos solo poseen siete vehículos, incluidos tractores con sus carretas, a veces con problemas de gomas u otros accesorios, por lo que el Gobierno provincial apoya con camiones en muchos casos pertenecientes a otros municipios. Así ocurrió el día de nuestra visita, el miércoles último, que arribaron uno de Limonar y otro de Los Arabos, aunque lo hicieron alrededor de las nueve de la mañana, cinco horas después de que las brigadas comenzaran a trabajar.
Con esos camiones asisten a los barrios de más demora en la recolección. Ejemplo: la parte alta de Versalles y el reparto 2 de Diciembre (Pastorita), en los que desde hace una semana los residuos pululaban en las calles, reconoció Piedra Medina. Agregó que en este último lugar los tanques donde las familias echan los residuos tienen que verterlos a mano alzada al no contar con el colector mecánico, pues está defectuoso.
Respecto a los vehículos que poseen, dijeron que cuentan con dos camiones recolectores, uno de ellos desechado por razones de piezas y técnica en general, y el otro “a medio palo”, al tener el radiador con dificultades, y en tales condiciones atienden algunas zonas, pero no como deben.
Hablaron de la buena voluntad de sus trabajadores, quienes a las tres de la mañana abandonan sus hogares para, una hora después, comenzar la recogida. Ambos afirmaron que cuentan con el combustible necesario para emprender estas labores, incluso el de diciembre. Además, tienen el apoyo de una brigada compuesta por 14 reclusos, quienes reciben idéntico salario que los obreros emplantillados, con similares medios de seguridad y estimulación.
Ahora bien, este último agasajo es insuficiente en relación con la beneficiosa obra social que a diario realiza el equipo. Este año solo dos veces. Merecen mejor atención en cualquier sentido laboral y humano.
Los que peinan canas quizá recuerden que algunas décadas atrás a este valioso ejército se le congratulaba con una sonrisa y hasta una taza de café a su paso por frente a las viviendas. Incluso, los fines de años muchos iban más allá con el famoso “aguinaldo” o regalo en reconocimiento a cuanto hacían.
Otro importante elemento es la disciplina social en cuanto a la “basura”, y es que se deposita a toda hora, a veces apenas pasado el camión o carreta. Sobre ello, el director general manifestó que no se puede exigir cuando, por diversas razones, transcurren varias jornadas sin la recogida, y las familias pierden la costumbre. Hay que regularizar tal desempeño para lograr esa autoridad y disciplina.
No pocas personas solicitan el aspirol —sistema para recoger escombros u otros materiales de derrumbes, reconstrucción, etc.—, que por estos días no alquilan debido a la situación antes descrita.
Por cierto, es necesario insistir en que cada trabajador de esta especialidad en los Servicios Comunales emplee los medios de seguridad, como overol, guantes y cobertor de bocas, que se les suministra y por decisión personal algunos no utilizan, peligrando así la preservación de su salud.
La sociedad nombra y reconoce el éxito deportivo de cualquier atleta en las disímiles disciplinas, el de un artista, el de mujeres y hombres en numerosas funciones; pero en contadas ocasiones se valora como debe el alcance de las tareas de aquellos que, vehículo o escobillón por medio, asean su calle, el barrio y mantienen la higiene.
Jorge Oquendo González, jefe de brigada, dijo que, al menos, un saludo al paso de él y demás obreros bajo su mando es suficiente, pero que muy pocos lo hacen. Señaló la importancia de que así sea para quienes desde mediado de la madrugada abandonan el calor de la cama para servir a la sociedad. El salario no es todo, aseguró y tiene razón, solo del pan no vive el hombre.
Nuestros hombres y mujeres dedicados a esta empresa, con su accionar cotidiano, evitan la contaminación del suelo, aire y agua potable; protegen la salud; ayudan a erradicar la degradante imagen pública. Merecen, por tanto, toda ayuda gubernamental y reconocimiento social por contribuir al bienestar común.
Ya la tiñoza se vio, ahora falta la jaula, comunales no puede resolver el problema, ¿Y el gobierno que dice?
Pero es qué no es una situación exclusiva de matanzas.
Nuestro barrio, cuadra es ya un vertedero público no sólo de desechos sólidos sino qué un caldo de cultivo de vectores portadores y de un cuadro ambientales qué tal parece no compete a nadie atender.
Ave 39 y calle 48. Playa.
LO que otrora fuera una de las zonas de más alto confort de vida de la capital pasa aceleradamente a formar PARTE DE una TOTAL indolencia cuyo precio ya es notorio. EL médico de la FAMILIA del consultorio ubicado a escasos metros del tal depósito que queda PRECISAMENTE FRENTE A LA bodega, estuvo afectado de dengue recientemente y en dicho establecimiento por la renuncia del carnicero ubicado cerca del sitio renunció. Dicha instalación carece de los recursos mínimos para poder preservar los alimentos que requieren refrigeración y hasta ellos llegan sin ningún tipo de obstáculo ésa inmensa nube de bichos que está conformada por muchos otros que tienen su hábitat en la masa de animales afectivos que pululan por las calles de la ciudad.
Soy Víctima de un cuadro de salud severo al qué durante años y trás haber forzado los increíbles mecanismos de la atención médica, no se me acaba de aplicar una terapia y medicación adecuada por lo que cada día resulta más TERRIBLE mí situación. Y todo ello en Medio de este cuadro higiénico farmacéutico y médico.
NO HAY, NO PUEDE HABER UN PROGRAMA DE SALUD EFECTIVO SI NO ESTÁ APUNTALADO DE OTROS ASPECTOS ESENCIALES;
HIGIENE, TRANQUILIDAD Y NO ESTRÉS, ALIMENTACIÓN SI NO BALANCEADA LO MÁS ÓPTIMA POSIBLE Y UNA ATENCIÓN MÉDICA QUE RESPONDA A LA NECESIDAD DE LA PERSONA SIN TENER QUÉ ESPERAR DURANTE MESES A SER ATENDIDO POR PROFESIONALES Y NO POR ESTUDIANTES MUCHAS VECES EN FASES INICIALES COMO ME HA SUCEDIDO EN HARTAS OCASIONES Y CUYOS NEFASTOS RESULTADOS HAN DEJADO HUELLAS PROFUNDAS EN MÍ ORGANISMO.
CREO QUE SE IMPONE UNA SERÍA REVISIÓN DE MUCHAS COSAS Y ENTRE ELLAS ESTÁS QUÉ NO PUEDEN DILATARSE MÁS EN EL TIEMPO ALEGANDO BLOQUEOS Y OTROS SALVADORES DE LA REALIDAD QUÉ RESULTA SER Y ESTAR INAMOVIBLES TOTAL.