Crónica de domingo: Los otakus criollos 

Creo que la palabra otaku la aprendí en el pre. Ya yo lo era, pero sencillamente no sabía cómo nombrarlo. Poseía la certeza de que al mundo le faltaba... Leer más »

Crónica de domingo: Carnavales o la noche más larga

Parece que la ciudad no te quería dejar ir. Las suelas de los zapatos se te pegaban al piso por el aceite que se filtraba desde los puestos donde... Leer más »

Crónica de Domingo: Las canciones de los buenos borrachos

Están ahí los amigos de Pancho, los que se fueron al Kurdistán de paseo y no quieren regresar, los empinadores del codo –los que le entran con los codos... Leer más »

Crónica de Domingo: Inventario de ausencias 

¿Dónde está el caracol gigante africano que al final nunca me enteré si se podía comer o él iba a comernos a nosotros? Leer más »

¿Cómo enfrentarte a una REUNIÓN y sobrevivir al intento? 

Escribo REUNIÓN así, con mayúsculas para que se note bastante la parafernalia de la palabra, porque en esta crónica no me referiré a ninguna en específico, advierto. Leer más »

Crónica de Domingo: Los duros

Los duros están más lejos, me dice el poeta y enciende un cigarro, jorobado y apolismado, parecido a la realidad cuando te pasa la cuenta.  Leer más »

Crónica de Domingo: Esto ha sido un largo adiós, papá

Hoy me he sentado a conversar con Marlowe, papá. La literatura achica esas distancias que a veces la muerte y el tiempo quieren poner entre tú y yo. Leer más »

Crónica de Domingo: El sol de Cuba no quema, rostiza

Si fuera poeta romanticón diría que el sol de Cuba lo inunda todo como una marea de luz. Sin embargo, no hay manera de romantizarlo. Leer más »

Crónica de Domingo: Los malhablados II o cómo no soltar una palabrota

Por ello, y además porque las palabrotas tienen su lugar y su momento, aprendimos a amarrarnos la lengua en el último instante. Leer más »

Crónica de Domingo: Paseo por la galería de un móvil cualquiera 

Antes de los teléfonos celulares le temíamos más al olvido. Leer más »