Creo que la palabra otaku la aprendí en el pre. Ya yo lo era, pero sencillamente no sabía cómo nombrarlo. Poseía la certeza de que al mundo le faltaba... Leer más »
Parece que la ciudad no te quería dejar ir. Las suelas de los zapatos se te pegaban al piso por el aceite que se filtraba desde los puestos donde... Leer más »
Están ahí los amigos de Pancho, los que se fueron al Kurdistán de paseo y no quieren regresar, los empinadores del codo –los que le entran con los codos... Leer más »
¿Dónde está el caracol gigante africano que al final nunca me enteré si se podía comer o él iba a comernos a nosotros? Leer más »
Escribo REUNIÓN así, con mayúsculas para que se note bastante la parafernalia de la palabra, porque en esta crónica no me referiré a ninguna en específico, advierto. Leer más »
Los duros están más lejos, me dice el poeta y enciende un cigarro, jorobado y apolismado, parecido a la realidad cuando te pasa la cuenta. Leer más »
Hoy me he sentado a conversar con Marlowe, papá. La literatura achica esas distancias que a veces la muerte y el tiempo quieren poner entre tú y yo. Leer más »
Si fuera poeta romanticón diría que el sol de Cuba lo inunda todo como una marea de luz. Sin embargo, no hay manera de romantizarlo. Leer más »
Por ello, y además porque las palabrotas tienen su lugar y su momento, aprendimos a amarrarnos la lengua en el último instante. Leer más »
Antes de los teléfonos celulares le temíamos más al olvido. Leer más »